Así robaba banda que fue capturada tras persecución en el túnel Santa Rosa 

¡Duro golpe a la criminalidad! La División de Investigación de robos de la Dirincri desbarató a "Los Culebras", una banda criminal que descuartizaba autos de alta gama para venderlos por miles de soles en el mercado ilegal en todo el país. La policía les seguía los pasos, fue en el túnel Santa Rosa en San Juan de Lurigancho, muy cerca de su guarida, donde algunos fueron capturados.

Cerca de una decena de ciudadanos fueron víctimas de esta banda delincuencial que operaba en diversos distritos de Lima. Su particular modalidad llamó la atención de la policia. Un negocio redondo que generaba jugosas ganancias y que financiaba el despliegue diario de 6 vehículos con varios hombres a bordo, quienes acordonaban la zona para facilitar el robo.

El mismo día de su captura, Los Culebras se hicieron de diversas autopartes. Aprovechando la oscuridad de la noche, hábilmente camuflados y con  vehículos cerca que hacen de campana, dos sujetos desmantelan este auto Toyota estacionado en el jirón Nazca, en Jesús María. La policía ha tomado la declaración de 7 agraviados, cuyos vehículos quedaron completamente inutilizables y fue en breña, en la cuadra 8 de la avenida Venezuela, que los denominados "Culebras" captaron otro objetivo. El monto de lo robado ascendería a 40 mil soles. 

En un video se ve la habilidad que tiene para abrir el capot, sigilosamente y en plena vía pública sustraer las piezas del auto.  A pocos pasos, vigilan sus compinches que están con un pie en el acelerador por si aparece la policía. Otro agraviado fue José Valencia, quien nos dice que deberá pagar cerca de 150 mil soles para recuperar su camioneta. 

Era la 1:30 de la madrugada cuando su vehículo estacionado en una calle del Centro de Lima fue elegido por "Los Culebras". La vigilancia policial y el seguimiento hacia diversos puntos de la ciudad, permitió a los agentes de la División Investigación de robos de la Dirincri determinar dónde darían el golpe.

El túnel Santa Rosa en San Juan de Lurigancho era paso obligado para volver al búnker donde almacenaban todo lo robado. Fue ahí donde la policía pasó la noche para cerrarles el paso. Cuatro de los integrantes de la banda cayeron, pero el último auto en el que iban los cabecillas, logró escapar conduciendo en contra y haciendo disparos. Jimmy Javier Rodríguez Aguilar, era pieza clave en la organización por su habilidad para sustraer autopartes en contados segundos. 

En este video lo vemos demostrando su habilidad, solo horas antes de que su compinche Frank Dorado Santos, con quien compartía el liderazgo de la banda, lo abandonara en la cuadra 4 del jirón Amazonas, en el Centro de Lima, con una herida mortal en el tórax. Y mientras eso sucedía, la policía llegó al búnker de la banda ubicada en la urbanización Canto Bello en San Juan de Lurigancho donde guardaban todo lo robado.

Provisto de armas cortas y largas, la policía llegó a Maquinarias Chelita, un supuesto almacén de maquinaria para panadería, pero que escondía un negocio ilícito. Doña Feliciana Matta Marcelo no supo responder ante las preguntas de la policía. De cerca su hijo, el ex fiscal Luis Enrique Vila Matta, acusado de comercializar todo lo robado, trata de explicar la gran cantidad de autopartes encontradas y embaladas en su vivienda..

Según la policía, por todo lo encontrado, al menos 60 vehículos fueron desmantelados por esta banda criminal en lo que va del mes. En el lugar también se habría encontrado documentos donde se llevaba cuenta de las ventas del día. Doña Felicia Matta y su hijo Luis Enrique Vila también fueron detenidos. La fiscalía ha pedido contra  ellos 18 meses de prisión preventiva por el delito de receptación y banda criminal... 

Horas después se ubicó el vehículo en el que huyó Frank Dorado, en un taller de reparaciones en La Victoria. Intentaban ocultar los orificios de bala. El mecánico también quedó detenido. La policía continúa tras los pasos de Frank Dorado Santos, cabecilla y único integrante de la banda que está libre, su captura podría producirse  en cuestión de horas.