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Estados Unidos lanza una ofensiva financiera y migratoria contra redes del fentanilo


Lo que debía ser un reencuentro lleno de alegría terminó en angustia y lágrimas. Rosa, una madre mexicana que lleva 27 años viviendo en California, recibió una carta de notificación de deportación justo después del regreso de su hija, quien estuvo tres años en Corea del Sur como parte del servicio militar estadounidense.
La notificación, fechada el 19 de mayo, le otorga solo 33 días para abandonar el país. “Por un momento he considerado irme, pero ¿cómo voy a dejar todo?”, dijo a Univisión entre lágrimas Rosa, quien teme ser detenida si ignora la carta. Tiene dos hijas menores, una nieta, y es dueña de un pequeño negocio. Paga sus impuestos y ha vivido toda una vida en Estados Unidos.
Aunque su solicitud de amparo fue negada, un abogado de inmigración explicó que aún existe esperanza. Rosa podría calificar para un alivio migratorio llamado I-131 (Deferred Action for Military Family Members), que protege temporalmente de la deportación y puede renovarse cada dos años.
La historia de Rosa refleja la incertidumbre que viven muchas familias inmigrantes, incluso aquellas con miembros sirviendo al país que ahora amenaza con separarlas.





