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Un solo pasajero sobrevivió al catastrófico accidente del vuelo 171 de Air India con destino a Londres, que se estrelló poco después de despegar de Ahmedabad. Se trata de Vishwash Kumar Ramesh, un ciudadano británico que, según las autoridades, iba sentado en el asiento 11A. La ubicación exacta de ese asiento, junto a la salida de emergencia del Boeing 787-8 Dreamliner, ha despertado interés entre expertos en aviación.
Durante las primeras horas de conmoción, circuló en redes un video en el que se veía a un hombre ensangrentado caminando desde el lugar del impacto. Luego, autoridades locales y medios como Hindustan Times confirmaron que se trataba de Ramesh, quien hoy se recupera en un hospital de Ahmedabad. Su testimonio, los detalles del accidente y la ubicación de su asiento están siendo analizados como piezas clave de este inusual caso de supervivencia.
Según el manifiesto de vuelo y datos publicados por la agencia IANS, el asiento 11A del Boeing 787 corresponde a una fila situada justo en la salida de emergencia sobre el ala izquierda del avión. Este tipo de asientos, aunque están sujetos a restricciones y compromisos, ofrecen mayor espacio para las piernas y una vía de escape directa en caso de incidentes.
Ron Bartsch, presidente de AvLaw Aviation Consulting, explicó que estar junto a una salida de emergencia fue probablemente determinante para la supervivencia de Ramesh. “En esta configuración, era el asiento más seguro”, dijo. El lado opuesto del avión quedó bloqueado por el impacto contra el edificio del BJ Medical College Hospital, lo que habría dejado esa salida inutilizable.
Los asientos junto a la salida de emergencia son altamente valorados por los viajeros frecuentes, sobre todo en vuelos de medio y largo recorrido. Su principal ventaja es el espacio adicional para las piernas, que mejora significativamente la comodidad.
Sin embargo, viajar en esta ubicación también implica ciertas obligaciones:
Los asientos de la fila de salida de emergencia no siempre son los más seguros. Aunque en el caso de este accidente en particular, el único sobreviviente estuvo en el asiento 11A, esto no significa que esos asientos sean siempre los más seguros. Bartsch explica que “en este caso concreto, como el pasajero estaba sentado junto a la salida de emergencia, era obviamente el asiento más seguro”, pero aclaró que esto depende de la configuración del avión.
Además, estudios como el de Popular Mechanics de 2007 indican que los pasajeros en la parte trasera del avión tienen un 40% más de probabilidades de sobrevivir, mientras que otros informes, como el de Time, señalan que los asientos centrales del tercio final ofrecen una tasa de supervivencia del 72%. Así, la cercanía a una salida puede facilitar la evacuación, pero no siempre es garantía de seguridad.
En este accidente, el testimonio de Ramesh confirma que el desastre ocurrió apenas 30 segundos después del despegue. La rápida reacción y la cercanía a una salida que quedó libre de obstáculos fueron determinantes. El doctor Rajnish Patel, quien lo atiende, afirmó que sus heridas no son graves y que podría ser dado de alta en pocos días.
La parlamentaria británica Shivani Raja se contactó con la familia de Ramesh y calificó su supervivencia como “nada menos que un milagro”. Lamentablemente, su hermano, que viajaba en otra fila, no sobrevivió. La comunidad de Leicester, de donde es originaria la familia, permanece en duelo, mientras la historia del asiento 11A suma argumentos a favor de una elección consciente al volar.





