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A 16 años de su inesperada muerte, Michael Jackson sigue generando ingresos millonarios. Su fortuna, que alguna vez estuvo al borde del colapso por una deuda superior a U$D 500 millones, no solo se ha recuperado, sino que continúa beneficiando a sus herederos. Un testamento elaborado siete años antes de su fallecimiento reveló cómo el artista había trazado un plan preciso para proteger a su familia y dejar parte de su legado a causas benéficas.
La desaparición del "Rey del Pop", ocurrida el 25 de junio de 2009, conmocionó al mundo. En aquel momento, Jackson planeaba su regreso a los escenarios con la gira This Is It, tras siete años de silencio musical. Su última presentación había sido benéfica, en abril de 2002, para recaudar fondos a favor del Partido Demócrata y el entonces expresidente Bill Clinton.
En 2002, Jackson firmó un testamento que definiría el destino de su fortuna tras su muerte. Allí estipuló una distribución que beneficiaba principalmente a su entorno familiar y a organizaciones sociales:
40% de su patrimonio para sus tres hijos: Paris, Blanket y Michael Joseph Jr. 40% para su madre, Katherine Jackson, quien también asumió la custodia de los menores. 20% destinado a organizaciones benéficas, en especial aquellas que apoyan a menores de edad.
Este documento no solo garantizó una infancia lujosa para sus hijos, sino también la seguridad financiera futura de la familia. Según lo estipulado, el porcentaje destinado a su madre será heredado por sus nietos tras el fallecimiento de ella, consolidando así un 80% del total para la siguiente generación.
Aunque Jackson murió con más de U$D 500 millones en deudas, sus ingresos póstumos han superado cualquier expectativa. La revista Forbes reportó que, en 2018, su patrimonio generó U$D 400 millones gracias a licencias, regalías y ventas. La cifra no ha dejado de crecer.
Según Parade, para 2025 el valor total de su legado podría superar los U$D 600 millones, acercándose incluso a los U$D 1 000 millones. Esto se debe a ingresos derivados del catálogo musical, nuevas inversiones y contratos de licencia vigentes, muchos de ellos firmados después de su muerte.
Uno de los factores clave en esta millonaria herencia fue la participación de Jackson en Sony/ATV, una de las editoras musicales más poderosas del mundo. El artista era dueño del 50% de la compañía, lo que le generaba ingresos constantes por derechos de autor, incluso de temas que no eran suyos.
Además, su imagen sigue siendo explotada comercialmente en películas, documentales, espectáculos y productos licenciados. Sin necesidad de componer una nueva canción o volver a pisar un escenario, Michael Jackson continúa figurando entre los artistas fallecidos que más ingresos generan cada año.





