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Tener tiempo a solas es considerado un lujo en Estados Unidos. La mayoría de adultos, en especial los padres de familia, apenas puede dedicar unas horas al mes para sí mismos. Para revertir esa situación, muchos estarían dispuestos a pagar sumas considerables con tal de disfrutar de un momento de paz.
En una encuesta realizada por Apple Vacations y Talker Research a 2 mil adultos estadounidenses, se evidenció que el tiempo personal escasea. Según el estudio, en promedio, las personas solo logran disfrutar de 9.5 horas a solas durante todo un mes. La falta de tiempo libre se relaciona con la carga de responsabilidades familiares, compromisos sociales y restricciones económicas.
Además del escaso tiempo personal, el 53% de los participantes confesó que no encuentra momentos para sí mismo. Y casi el 38% admitió haber tenido que mentir a un familiar o amigo para lograr estar solo. Incluso, un 13% manifestó sentirse culpable cuando finalmente consigue descansar.
Estos datos reflejan una realidad donde la vida cotidiana exige tanto que tener un instante sin interrupciones se ha vuelto inusual y hasta motivo de vergüenza. El descanso, más que una rutina saludable, parece haberse convertido en una excepción difícil de alcanzar.
Según el sondeo, los padres de familia estarían dispuestos a invertir hasta U$D 325 por una mañana tranquila. La cifra asciende cuando se trata de dormir: se pagarían hasta U$D 339.80 por tan solo una hora extra de sueño.
Este deseo de paz también se refleja en las decisiones vacacionales. El 41% de los encuestados aseguró haber planeado viajes o descansos solo con el fin de tener tranquilidad, sin compañía ni obligaciones. Esta inversión económica muestra cómo la búsqueda de tiempo a solas se ha transformado en una necesidad prioritaria.
Aunque se suele asociar el tiempo libre con los seres queridos, para el 66% de los encuestados eso no significa descanso. Visitar a la familia no equivale a relajarse ni desconectarse. Por el contrario, muchas veces esas visitas implican nuevas responsabilidades y compromisos.
Uno de cada seis participantes afirmó que el verdadero descanso es poder hacer lo que se desee, siempre que no implique deberes. Para algunos, ver televisión, ver películas o simplemente no hacer nada representa el plan ideal. Otros prefieren la playa como el sitio perfecto para recargar energías y reconectar consigo mismos.
Dana Studebaker, vicepresidenta de Marketing de Apple Vacations, lo resumió así: “En un mundo donde el silencio es un lujo, es evidente que la gente no solo desea tranquilidad: están dispuestos a invertir en ella”. Para muchos estadounidenses, pagar por un espacio de descanso no solo es una posibilidad, es una decisión necesaria.





