Crisis del Golfo puede afectar la organización del Mundial 2022 en Catar

Expertos aseguran que podría cuestionarse ante la FIFA la estabilidad del país árabe tras la ruptura con sus vecinos

Mundial de Fútbol Qatar 2012. Foto: listsurge.com
Mundial de Fútbol Qatar 2012. Foto: listsurge.com

La crisis diplomática desatada en el Golfo Pérsico podría afectar la organización de la Copa del Mundo de fútbol de 2022 en Catar, aseguraron varios expertos este lunes. 

Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Egipto y Yemen rompieron este lunes sus relaciones diplomáticas con Catar, al que acusan de apoyar a los grupos extremistas "que quieren desestabilizar la región".

Una de las áreas que podrían verse afectadas por esta decisión es la organización del Mundial de fútbol, una de las mayores competiciones deportivas del mundo, programada en Catar para dentro de cinco años. 

[LEE: Países árabes rompen relaciones con Catar por presunto apoyo a terroristas]

"Es un gran aumento de la presión sobre Catar", asegura Kristian Ulrichsen, experto en la región del Golfo Pérsico del Instituto Baker de Houston (Estados Unidos). "Creo que tendrá un verdadero impacto si dura de forma indefinida", afirma. 

Desde que la Federación internacional de fútbol (FIFA) eligió a este pequeño emirato rico en hidrocarburos como país organizador del Mundial de 2022, una decisión que suscitó una gran controversia, Catar ha recalcado que es una nación políticamente segura, a pesar de su ubicación en una región inestable. 

Doha también ha hecho hincapié en que el torneo beneficia a todo el Golfo y no sólo a su país. Naser Al Jater, una figura importante de la organización del Mundial, aseguró hace poco que hasta 1,3 millones de aficionados podrían visitar la capital del emirato, procedentes en su mayoría de la región y "sobre todo de Arabia Saudí". 

[LEE: Israel ve una oportunidad en la ruptura de relaciones con Catar]

Pero la decisión de Arabia Saudí y sus aliados respecto a sus relaciones diplomáticas con Catar podría cambiarlo todo, opina Ulrichsen. "Uno de sus mayores argumentos (para organizar la Copa del Mundo) era que Catar es uno de los países más estables de Oriente Medio", explica. 

Pero si se cuestiona la estabilidad del país y se considera el hecho de que otros países podrían pedir acoger la competición en un plazo reducido, los organizadores podrían empezar a ponerse nerviosos, añade el experto. "Catar sabe que hay alternativas, así que mirará" con recelo hacia los costados, dice. (AFP)

Relacionadas