Kéfir: ¿Qué es, cómo se debe tomar y cuáles son sus beneficios?

El kéfir es conocido como el probiótico natural que puede transformar tu salud
Seguro ya lo has escuchado nombrar más de una vez, pero… ¿qué es exactamente el kéfir? En pocas palabras: es una bebida fermentada hecha a base de leche o agua, llena de probióticos (esos “bichitos buenos” que ayudan a mantener tu intestino en forma).
Nació en la región del Cáucaso (intersección entre Asia y Europa) hace cientos de años y hoy se ha vuelto popular en todo el mundo por sus beneficios para la salud.
¿Por qué tomar kéfir y cuáles son los beneficios?
Los probióticos del kéfir pueden ayudarte más de lo que imaginas:
-
Mejora la digestión: equilibra la flora intestinal y alivia problemas como el estreñimiento.
-
Refuerza tus defensas: un intestino sano es clave para que tu sistema inmune funcione bien.
-
Aporta vitaminas y minerales: como calcio, magnesio y vitamina B12.
-
Es más ligero que la leche: muchas personas intolerantes a la lactosa lo toleran mejor, ya que la fermentación la descompone en gran parte.
¿Cómo tomar el kéfir?
Si quieres consumir kéfir, los expertos recomiendan lo siguiente para beberlo bien y sin complicaciones:
-
Empieza con una o dos cucharadas al día, con el estómago lleno y dale tiempo a tu cuerpo para adaptarse.
-
Luego, puedes empezar entre 50 a 100 ML al día.
-
Después puedes subir de a pocos, a un vaso al día.
¿Cómo incluir el kéfir en tus alimentos?
Aquí lo bueno: ¡es muy fácil de incorporar en tu día a día!
-
Solo o con frutas: como si fuera un yogur bebible.
-
En batidos: combina kéfir con plátano, frutos rojos o avena.
-
En la cocina: úsalo como base para salsas, aderezos o incluso postres.
-
Cantidad ideal: con un vaso al día (200 ml aprox.) es suficiente para aprovechar sus beneficios.
Tips prácticos
-
El kéfir de leche es más cremoso, mientras que el de agua es una opción ligera y sin lácteos.
-
Puedes comprarlo ya listo en supermercados o hacerlo en casa si te animas a cultivar los “nódulos de kéfir” (los gránulos que fermentan).
-
Empieza poco a poco, sobre todo si nunca has tomado probióticos, para que tu cuerpo se adapte.
En algunas personas, el kéfir puede provocar gases o se les suelta el estómago, esto tiene que ver con la fermentación intestinal, ya que cuando comemos no todos los alimentos se digieren en el estomago, algunos se van hasta el intestino grueso y ahí las bacterias los descomponen y eso causa gases, hinchazón y cambios en las heces.
Lo mejor que puedes hacer es acudir con el gastroenterólogo para aclarar tus dudas y descartar alguna intolerancia.
En resumen: el kéfir es un aliado natural para tu digestión y tu energía diaria. Un vaso al día puede marcar la diferencia, y lo mejor es que puedes disfrutarlo de la forma que más te guste.