Chats revelan plan de El Monstruo para liberar a su sicario

Conversaciones obtenidas en exclusiva por Domingo al Día confirman que Erick Luis Moreno Hernández, alias El Monstruo, orquestó un plan para liberar a su hombre de confianza: Yohairo Arancibia Sevillano, alias JJ. Las grabaciones, interceptadas por inteligencia penitenciaria, revelan una red criminal que operaba con códigos, alias y absoluta lealtad.

El Monstruo sigue manejando su organización desde las sombras. Tiene una recompensa de un millón de soles por su captura, pero eso no ha impedido que continúe dirigiendo las operaciones desde la clandestinidad. Su estructura sigue activa, infiltrada y en contacto permanente con sus operadores, incluso dentro de penales.

Yohairo, su brazo armado, había sido trasladado desde el penal de Potracancha en Huánuco a Piedras Gordas, tras una alerta de inteligencia que advertía de un posible rescate planeado desde el exterior.

Conversaciones codificadas y logística del crimen

El plan para liberar a JJ no era improvisado. En los chats, El Monstruo se comunicaba con Giorgi Araujo, agente del batallón de élite de la Policía Nacional. "Mano, me están ofreciendo una G (Glock) a 5 lucas... una mamut (arma larga) 45 ahorita... está nueva...", dice uno de los mensajes enviados a través de una plataforma encriptada.

Las armas se entregaban en costales de papa, ocultas con precisión. Por cada "trabajito", el suboficial recibía entre 4 mil y 10 mil soles. "Estoy oliendo a puro líquido. Ya salió el avión", decía Araujo en otra conversación, confirmando la entrega.

Policías infiltrados en la organización

Giorgi Araujo no era un contacto menor. Tenía acceso a armas, municiones y equipos logísticos. Usaban palabras clave: "lápiz" para arma, "caracoles" para municiones. "El INPE ha trasladado al interno... a Ancón 1", informó Alex Samamé, director de seguridad penitenciaria, confirmando que se tomaron medidas tras el hallazgo del plan.

La oficina del suboficial fue allanada. Las diligencias duraron más de tres horas. Allí se incautaron pertenencias que podrían vincularlo con el tráfico de armamento y apoyo logístico a Los Injertos del Cono Norte.

Extorsiones a colegios y empresas

La organización de El Monstruo está implicada en extorsiones contra instituciones educativas y fábricas. Grabaciones revelan amenazas a la fábrica de colchones Romantic y al colegio San Vicente en Retablo, Comas.

"Romantic, al que lo amenazaste... donde la china cuadraba el carro...", se escucha en uno de los audios. El objetivo era obtener dinero a través de terror y amenazas organizadas desde la clandestinidad.

El hombre de confianza: alias Nico

Jean Pierre Flores Huánuco, alias Nico, fue capturado en febrero y trasladado al penal de Huaral. Era el brazo financiero de la organización, encargado de coordinar extorsiones, manejar el dinero y rendir cuentas directamente al Monstruo.

En su celda se hallaron celulares, más de siete mil soles y una agenda con contactos clave. Los investigadores creen que los internos actuaban como su seguridad personal.

Liseth Cruz: la pareja que controlaba la agenda criminal

Liseth Cruz Ruiz, conocida como La Patrona, no solo era la pareja de El Monstruo. También era su mano derecha, coordinando actividades, recordándole citas y ejecutando sus planes. Se referían a él como "Doctor De Kendall".

Las conversaciones halladas tras su captura en Bolivia la exponen como el nexo operativo clave de la red. "La treinta y tres todavía no me contesta... ni Santa Cruz", decía en una de las llamadas.

Los audios no solo muestran un vínculo criminal. También revelan maltratos y violencia psicológica. "Ni sabes que es plata mal venida... te dije que no uses esa cuenta...", recriminaba El Monstruo a Liseth en uno de los materiales a los que accedió el dominical matutino.

La lealtad era exigencia y sometimiento. A pesar del trato, ella se mantenía firme en su papel dentro de la organización.

Una organización criminal infiltrada en el sistema

La red de El Monstruo operaba como un sistema donde cada engranaje tenía su función: agentes de élite, operadores financieros, pareja cómplice, sicarios y una estructura jerárquica. Las órdenes fluían, los delitos se ejecutaban y las ganancias se multiplicaban.

Hoy, con capturas, audios y evidencia material, las autoridades buscan desmontar esta maquinaria criminal que llegó a niveles impensables dentro del Estado peruano.

• El Monstruo planificó la fuga de su sicario Yohairo desde Piedras Gordas.

• Domingo al Día accedió a audios exclusivos de las conversaciones criminales.

• Policías de élite colaboraban en la venta de armas a la organización.

• La red operaba con códigos y alias para ocultar sus transacciones.

• Se extorsionaban empresas y colegios desde la clandestinidad.

• Alias Nico era el operador financiero y logístico del Monstruo.

• La pareja del cabecilla coordinaba acciones desde el extranjero.

• Audios revelan una relación marcada por violencia emocional y control.

• La organización criminal tenía presencia en penales y fuerzas del orden.

• El sistema comenzó a caer tras una serie de capturas y operativos.