Tren de Aragua: Madre rescató a su hija de red de explotación sexual

Fue el llamado de una madre desesperada que advirtió a los más decididos agentes de la División de Trata de Personas a que ubiquen el paradero de su hija de solo 19 años. Todos cumplen una función en específica. Reducir riesgos es la tarea principal, rescatar a las víctimas de explotación sexual es la misión para la que están preparados.

Lima norte se ha convertido en el escenario más requerido por las mafias. En Independencia se levantan tantos hospedajes como locales nocturnos. Permite que la policía busque cualquier indicio de su participación dentro del Tren de Aragua. No supera los 22 años, lo conocen con el alias de Chuky.

Juan Luis Gonzales Morales es el objetivo principal, ya que es el número uno en una lista negra de proxenetas que van siendo tachados por el brazo de la ley. La mujer que lo acompaña es Susan Alejandra Belandria García. A sus 39 años enfrenta cargos tan perversos como las tareas que le encomendó la mafia llanera.

No tuvieron más remedio que dar información de dónde encontrar una de sus guaridas. Pero lo que ellos consideran mercancía humana que responden con sus vidas, son las víctimas que tienen apagadas el alma por tantos abusos. En cuartos reducidos sin la posibilidad de tener contacto con el exterior.

Hasta que hallaron en la habitación 406 de un hotel a la joven de 19 años. Que estaba siendo intensamente buscada por su madre. Su vida durante años al filo de la muerte tenía una nueva esperanza de ser recuperada, aunque corra la misma suerte de años atrás.

Todos tenían que ser identificados y fueron trasladados a la División de Trata de Personas. Son miradas vacías que solo buscan saber quién los delata. Ante tantos hombres uniformados, no se conocen y no saben por qué los han detenido.

Alias Chuky es sindicado por la policía de ser el que mueve los hilos de la prostitución en la zona norte de Lima. De alquilar las casas de acogida para ciudadanas extranjeras e impartir escarmientos a quien decida abrirse camino.

Una vez que realizaban el pago, tienen que seguir produciendo sin descanso, sin probar alimento. Así fue la historia de una madre de familia que viajo desde Venezuela implorando que saquen de las garras de esta facción del Tren de Aragua a su pequeña que estaba sola a merced de los más prontuariados criminales que le exigían que pague su deuda o terminaría torturada como tantas otras de sus compatriotas.

Todo un séquito que fue trasladado al Poder Judicial de Lima norte. Para que cumplan con las audiencias de prisión preventiva.