Surco: enfrentamiento entre barristas genera pánico en vecinos

Varios testigos aseguran que en los enfrentamientos están involucrados los hijos de algunos propietarios de la residencial.

Foto y video: América Noticias

Barristas de Alianza Lima y Universitario de Deportes se enfrentaron en la residencial La Cruceta en Surco. Los vecinos están cansados de tener que lidiar con estas peleas que causan destrozos y ponen en riesgo a cientos de familias.

Una vez más los colores que dicen defender se empañan con la violencia de sus actos. A punta de piedras, con arma en mano o lanzando pirotecnia sin importarles que a unos metros familias enteras son presas del miedo.

Los barristas de Alianza Lima llegan en un gran número por la avenida Los Próceres. Desde el interior de la residencial la cruceta un número reducido de sujetos provoca a los aliancistas a un enfrentamiento sin medir las consecuencias.

Los vecinos alertan a las autoridades y le ponen fin a una de las tantas grescas que se originan en esta zona de Surco.

“Acá tenemos 113 edificios, 2260 departamentos y hay un promedio de 14000 personas, yo lo que pediría porque esto siempre ocurre, la municipalidad nos da el apoyo, la policía viene, pero parece que no es suficiente”, indicó un vecino a América Televisión.

Aseguran que son los propios hijos de sus vecinos que fomentan el desorden y generan caos.

"Los padres que tienen sus hijos que son conocidos, los tenemos identificados a todos. Los padres tienen que hacerse responsable de lo que ha pasado anoche en La Cruceta”, señaló uno de los vecinos.

Los barristas aliancistas destrozaron estas precarias rejas y muros para poder ingresar y enfrentarse a sus rivales.

“Han tirado piedras, han hecho explosionar bombardas, ha habido fogonazos de pistola fuego abierto hacia el aire y apenas ingresaron por esta reja los barristas se disiparon toditos”, advirtió uno de los testigos.

Sus esfuerzos por darle nuevos aires a su comunidad se ven amenazados por personas que alteran su tranquilidad. Instalan rejas y pagan por seguridad a las entradas de su residencial, pero nada será suficiente si las autoridades no controlan el caos producido por la intolerancia de algunos falsos hinchas.

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