Sismo en Lima alerta sobre riesgo de un terremoto más fuerte

Un sismo de 6.1 grados sacudió Lima y el Callao la mañana del domingo 15 de junio, justo en pleno Día del Padre. En cuestión de segundos, la celebración se transformó en susto, caos y preocupación para miles de familias. Fachadas rajadas, techos colapsados y piedras que caían de los cerros dejaron en evidencia que la ciudad no está preparada para un sismo mayor.

Una persona falleció tras la caída de un muro informal. Además, varios vecinos resultaron heridos y muchas casas quedaron inhabitables. En Collique, una gran piedra se desprendió del cerro y destruyó parte de la vivienda de la familia Rengifo, donde dos ancianos se salvaron de milagro.

Familias afectadas luchan por salir adelante tras el sismo

Zoila Pérez, damnificada de Collique, sigue con miedo tras el impacto. Su vecina, Nilda Reyes, protegió a su hijo de la caída de otra piedra que perforó su vivienda. "Mi sustento es mi máquina", contó conmovida, mientras señalaba el lugar por donde pasó la roca.

En el Callao, la señora Beatriz González muestra las grietas de su casa y parte del techo que ya se vino abajo. “Esto se va a caer”, advierte, preocupada por su madre de 90 años y sus pequeños hijos. Julia Reque también recuerda el susto: “Nos abrazamos los tres y luego cayó el techo”.

Expertos advierten que Lima no resistiría un terremoto fuerte

El ingeniero Raúl Delgado explicó que Lima podría enfrentar un terremoto de 8.8 grados debido al silencio sísmico de más de 270 años. Un evento así liberaría una energía descomunal. Y lo peor: la ciudad no está lista. “Muy pocos lugares en Lima soportarían un sismo así”, afirmó.

Zonas como San Juan de Lurigancho, Comas, Villa El Salvador y el Callao concentran a más de 7 millones de personas en riesgo. Además, gran parte de las viviendas son construcciones informales sin refuerzo estructural.

Escuelas y servicios básicos en peligro

Los colegios también están en riesgo. En el inicial San Judas Tadeo, las clases se mantienen virtuales tras el temblor que agrietó las columnas y rompió los vidrios. “Este pabellón está para demolición”, advierte la docente Leslie Caldas, quien pide acelerar las obras por seguridad de los niños.

El Estado, según los especialistas, debe reforzar hospitales, colegios y redes de agua. Los acantilados de la Costa Verde también deben protegerse ante un posible tsunami que podría llegar minutos después de un gran terremoto.

El último sismo fue solo una advertencia

El reciente movimiento telúrico fue una llamada de atención. Vecinos en Gamarra, Comas y el Callao confiesan que no saben cómo reaccionarían ante uno mayor. “Me agarró con mis perros, se rompieron las ventanas”, dice una afectada. Otros solo esperan que no llegue pronto, aunque saben que es inevitable.