Hoy:

    'Los Sirucatas': así cayó la banda de raqueteros del Cercado

    Robaban, huían y volvían a delinquir. Pero esta vez, el escape terminó

    'Los Sirucatas': así cayó la banda de raqueteros del Cercado. Foto y video: América TV

    Los seguían desde hace semanas. Robaban, huían y volvían a delinquir. Pero esta vez, el escape terminó. Dos presuntos raqueteros reincidentes fueron capturados en Mirones, Cercado de Lima, tras una persecución que casi atropella a policías.

    Las cámaras de la Municipalidad de Lima registraron cada uno de sus movimientos. La dupla operaba en motos de alta gama, seleccionando con precisión a mujeres solas y transeúntes desprevenidos. Subían veredas, cruzaban avenidas y cometían sus crímenes sin importarles nada. En cada video, el mismo patrón: identifican a la víctima, aceleran, arrebatan celulares y huyen.

    Repartían el botín en un auto y manipulaban los celulares robados

    Su centro de operaciones era un auto negro. Allí, revisaban los equipos robados, quitaban chips y los ocultaban. En una sola intervención, la policía halló al menos ocho celulares. Manipulaban los dispositivos con total destreza.

    El martes, Renzo Chopitea y Roberto Vizcarra fueron sorprendidos por la policía y serenazgo. Chopitea intentó huir en retroceso y estuvo a centímetros de embestir a los agentes. Fue la camioneta de serenazgo la que le bloqueó el paso. Vizcarra, su cómplice, también fue reducido.

    Ambos tienen historial policial. Chopitea ya había sido capturado por ciudadanos en 2023, luego de sufrir un accidente tras un robo. Su moto fue incendiada. Vizcarra fue intervenido manejando un auto con requisitoria por hurto.

    La ciudadanía, clave para que no vuelvan a las calles

    Pese a las evidencias, su libertad podría depender de las denuncias formales. La policía solicita que las víctimas se acerquen a identificarlos y reportar los robos.

    Los cascos, las motos y hasta los celulares han sido incautados. Ahora queda completar el rompecabezas judicial. La Dirincri ha pedido la convalidación de la detención en flagrancia. Con ello, esperan más tiempo para recabar testimonios.

    Las cámaras muestran cómo robaban sin escrúpulos. Ahora, solo un paso más falta: que las víctimas no guarden silencio.