Pucallpa, sitiada por piquetes que impiden el abastecimiento de productos de primera necesidad

Piquetes de manifestantes se han apoderado de cerca de 70 kilómetros de vía, aislando a la ciudad e impidiendo que se abastezca de productos de primera necesidad desde hace 10 días
 

Video: Cuarto Poder

A simple vista todo parece estar en calma en el centro de Pucallpa, sin embargo, una realidad empieza a golpear fuerte en   esta zona del país. Decenas de motos con balones de gas abordo recorren de un lado a otro la ciudad.

Y es que Pucallpa se ha quedado sin gas desde hace cerca de una semana. Muchos llegan hasta aquí, el local más grande e importante de la ciudad, con la última esperanza que les queda la escasez de combustible provoca el alza del precio.

Mientras tanto en los mercados se vende lo que les quedo desde la semana pasada pues hace 10 días los mayoristas no pueden abastecer los puestos de verdura, no entran camiones con productos de primera necesidad.

Así se vive por estos días en Pucallpa tras el bloqueo en la carretera Federico Basadre. Los piquetes se han apoderado de cerca de 70 km de vía en las afueras de la ciudad y empiezan ya a crear un ambiente de zozobra entre los pobladores. Cuarto Poder decidió llegar hasta el corazón de la protesta.

Nos advirtieron que el lugar de conflicto al que pretendíamos llegar era una especie de zona liberada donde no entraba nadie que ellos no autoricen. Los manifestantes dominaban estos tramos que comprobamos están completamente cerrados para los vehículos.

Pasamos la zona llamada San Alejandro, se ubica a 2 horas de Pucallpa. Y llegamos al siguiente centro poblado que es el punto hasta donde está permitido el acceso a los vehículos, de ahí solo circulan las motos y deben hacerlo de manera discreta.

Empieza el recorrido en mototaxi, hasta donde se pueda, nos dice advierte. En todo momento el muchacho que conduce, pues es consciente que se arriesga al ingresar a una zona en la que no se sabe en realidad lo que encontraremos.

De pronto nos vemos obligados a parar. Desde aquí debemos emprender la ruta a pie. Madera, encomiendas, artículos perecibles, tenían como destino, Tingo María, Huánuco o Lima. Ahora están atrapados desde hace días en la carretera, los conductores de los camiones no tienen. Mas remedio que buscar algún techo para refugiarse.

Llueve sobre mojado para los camioneros, pues de pronto empieza un torrencial aguacero, de aquellos que paraliza todo, así que esperamos a que calme.

Repentinamente les llega un mensaje, parece que es una buena noticia, todos corren hacia sus camiones con la esperanza de que los días de larga espera varados a su suerte, terminen.

Después de casi una semana prenden sus motores mueven sus carros. Una llamada los alivia. Mueven su carga sin saber cuál será la próxima parada, cuál será el próximo punto en el que los manifestantes los obliguen a para, saben que es probable que su permanencia en las carreteras sea por unos días más.

Mientras que los camiones aceleran, en esta aparente tregua, la lluvia no para, encontramos otro tramo que pudo ser desbloqueado por transportistas. Conseguimos una moto, tampoco sabemos en qué punto de la vía, nos dirán, hasta aquí no más.

Nuevamente, el paso interrumpido y se forma una nueva fila de camiones. Hasta que llegamos a uno de los 2 piquetes de radicales manifestantes que han tomado. Esta carretera que va desde Pucallpa hasta Aguaytía, Tingo María, Huánuco.

Logramos cruzar hacia la zona de puente nuevo. Encontramos historias de pasajeros que se han convertido en caminantes   aceleran el paso por horas, en ocasiones por días, con paquetes, con maletas intentan llegar a su destino a salvo, a Pucallpa o a los pueblos aledaños.

Esta mujer lleva en brazos por más de 3 horas a su pequeña de 5 años. Descansa por un momento y la vuelve a cargar y luego no puede más y la coge de la mano. Y ni las mascotas se salvan, tienen que andar al paso de sus dueños, aunque el camino sea muy, muy largo.

Después de 3 horas llegamos al centro poblado San Pedro de Chío, otro punto convulsionado. Nos dijeron que los manifestantes aquí son lo que toman las decisiones. Otra vez vemos camiones, buses con pasajeros, carros particulares, todos atrapados, esperando las decisiones de los dirigentes que tienen el puente tomado y revisan al milímetro quien cruza y quien no.

Hemos llegado a una de las zonas más complicada, donde la piqueta definitivamente no está cediendo no dan su brazo a torce y los camiones han parado su paso aquí. Logramos cruzar y del otro lado la situación es realmente caótica. Camiones con productos perecibles podridos, toneladas de frutas y verduras malogradas.

Los transportistas aguardan la voluntad de los dirigentes huelguista. Pero todos ellos ya no tienen nada que comer, se las han ingeniado para hacer sus ollas comunes. Entre todos se encargan de preparar algo para la cena cada día, hoy toco plátano sancochado. Y chancho que pudieron comprar. Con la colecta del día.

En medio de camiones varados, pasajeros desorientados, las miradas sobre nosotros ya no son tan amigables, nos alertan que hay gente observando a los supuestos infiltrados, la ruta hacia el siguiente punto, el centro poblado Huipoca se hace imposible. Decidimos retornar hacia Pucallpa por la misma ruta, con los mismos inconvenientes, el mismo tiempo de camino, por más de 3 horas a pie, en moto, nuevamente a pie y luego transbordo en 2 vehículos, que por suerte encontramos en la ruta.

En el retorno vemos como al anochecer nuevamente. Los camioneros hacen de su vehículo su hogar, pernoctan, comen, se distraen dentro de los camiones. Hasta que amanezca y quizá a esa hora ya exista la posibilidad de retorno a su destino.

Al día siguiente el sábado por la tarde un contingente de 450 miembros de policía nacional a cargo del jefe de la región policial Ucayali, liberó la vía Pucallpa en las zonas más complicadas de San Alejandro y Huipoca.

Ojalá que, a esta hora, los manifestantes no hayan vuelto a tomar el control absoluto de la carretera Pucallpa-Lima que tanto daño ya provoco esta zona del país.

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