'Pequeño J': 20 años y toda una vida criminal
“Pequeño J” fue capturado tras ser acusado del triple feminicidio que conmocionó Argentina
Su nombre es Tony Janzen Valverde Victoriano, tiene 20 años y es conocido en el mundo del crimen como “Pequeño J”. Fue capturado en territorio peruano tras ser señalado por la justicia argentina como el autor intelectual del brutal asesinato de tres jóvenes en Buenos Aires.
“Nos están echando la culpa, yo no he matado a nadie”, dijo mientras era detenido al interior de un tráiler en la Panamericana Sur. Sin embargo, las pruebas en su contra lo vinculan directamente con un crimen que lleva el sello del narcotráfico.
El triple crimen que estremeció a Argentina
El 19 de septiembre, tres jóvenes —Lara Gutiérrez (15), Brenda del Castillo (20) y Morena Verri (20)— fueron halladas torturadas, asesinadas y enterradas en una vivienda de Florencio Varela, al sur de Buenos Aires.
Las pericias revelaron mutilaciones, fracturas y signos de tortura, y se presume que el crimen fue transmitido en vivo por redes cerradas como una demostración de poder del narcotráfico.
Una frase escuchada durante la transmisión dio el primer indicio: “Esto es lo que pasa a los que roban droga de mi línea.” La investigación determinó que el móvil habría sido el robo de tres kilos de cocaína a la organización de “Pequeño J”.
La fuga y captura del “Pequeño J”
Tras el hallazgo, Tony Valverde huyó de Argentina, cruzó Paraguay y Bolivia y finalmente ingresó al Perú por Desaguadero. Su rastro fue seguido gracias al uso de su propio celular, que nunca apagó y permitió ubicarlo en el sur del país.
Agentes de la División de Investigaciones Especiales de la Policía Nacional, en coordinación con las autoridades argentinas, lo detuvieron rumbo a Lima, escondido en un camión de carga.
Poco antes, su brazo derecho, el argentino Mathias Agustín Ozorio, había sido arrestado en Lima. Según la policía, Ozorio era un sujeto violento y sin remordimiento, totalmente subordinado a “Pequeño J”.
Una herencia de crimen y violencia
Tony Valverde nació en La Esperanza, Trujillo, en un entorno marcado por la delincuencia. Su padre, Jhanzen Valverde Rodríguez, fue asesinado en 2018 y lideraba la banda “Los Injertos del Nuevo Jerusalén”.
“Pequeño J” creció entre sicarios y extorsionadores. A los 15 años viajó a Argentina, donde —según la policía— inició su carrera criminal controlando barrios, cobrando cupos y vendiendo droga.
Su perfil psicológico lo define como un líder criminal precoz, moldeado por la violencia y el poder, con capacidad de cálculo y ausencia total de empatía.
Hoy, el joven enfrenta un proceso de extradición a Argentina, donde será juzgado por triple homicidio agravado, tortura y asociación ilícita.
Un caso que ha dejado en evidencia cómo la violencia transnacional sigue cobrando vidas en el mundo del narcotráfico.














