Patricia Benavides: Testimonios de su exasesor y un condenado por narcotráfico complican su caso

Los testimonios de Jaime Villanueva y un ciudadano colombiano que cumple condena en Ancón 2 por narcotráfico, complican aun más la situación de la suspendida Fiscal de la Nación

Percy Coromoto, condenado por narcotráfico. Video: Cuarto Poder

El hombre de polo rojo que viene custodiado ha dejado su celda para, por primera vez ante una cámara, contar su historia. Se llama Percy Coromoto Matos y su versión puede complicar, aún más, la situación de la mujer que esta semana dejó de ser la máxima autoridad en la Fiscalía de la Nación.

Su testimonio, desde el penal Ancón 2, permite seguir cerrando los círculos de lo que, también desde el encierro -pero en una celda del edificio de la prefectura-, otro personaje contó a la justicia estos últimos días.

Su nombre es Jaime Villanueva y fue gerente general de la Fiscalía de la Nación. Lo que narró le permitió recobrar su libertad y levantar el pulgar, pero bajárselo a quien fuera su amiga y jefa: la ahora exfiscal de Nación, Patricia Benavides.

Ambas declaraciones: la del recién liberado y la del prisionero en Ancón guardan perfecta relación y permiten conocer las preocupaciones que Benavides tuvo desde el primer día en que asumió uno de los cargos más importantes del sistema de justicia peruano.

Desde ese cargo, según la hipótesis fiscal, Villanueva fue cómplice de Patricia Benavides y actuó como operador a favor de sus intereses políticos y judiciales. Esas gestiones quedaron registradas en chats con congresistas que lo delataron.

Villanueva ofrecía archivar investigaciones contra los parlamentarios a cambio de votos que evitaban cualquier posibilidad de que Patricia Benavides pudiera ver peligrar su cargo como jefa de la Fiscalía de la Nación. Pero todo terminó el 27 de noviembre de este año.

Villanueva fue detenido mientras lo atendían en una clínica en Surco. Desde ese primer momento le tomaron declaraciones y le hicieron preguntas que lo acorralaron.

Villanueva se quebró rápido y a las 24 horas de ser detenido empezó a colaborar con la justicia. Contó que una de las principales motivaciones de Patricia Benavides como Fiscal de la Nación fue la sangre: salvar a su hermana de una posible condena.

Emma Benavides es la hermana mayor de Patricia Benavides. Es una jueza con 30 años de carrera y una grave acusación en su contra: haber liberado a varios investigados por tráfico de drogas a cambio de dinero.

El hombre que la menciona es colombiano y fue detenido en el año 2012 junto a otras cuatro personas cuando intentaba enviar una tonelada de cocaína al extranjero. Fue condenado por ese delito, pero, durante el proceso y mientras buscaba su libertad, se topó con el nombre de la jueza Emma Benavides quien, según su testimonio, pedía dinero a cambio de libertad. Lo hizo a través del abogado Walter Máximo Mendoza Pérez.

Jaime Villanueva, el exgerente de la Fiscalía, ha narrado que por este y otros testimonios Patricia Benavides tuvo como prioridad ayudar a su hermana. Y hay más de un hecho que así lo sugiere.

Lo que dice Percy Coromoto es verdad. A solo un mes de asumir el cargo de Fiscal de la Nación, Patricia Benavides sacó del caso a Bersabeth Revilla, la fiscal que investigaba a su hermana.

Según Benavides lo hizo por su baja productividad. Sin embargo, ese argumento no es cierto. Revilla logró que Percy Coromoto empiece a colaborar con la justicia. Él le entregó a Revilla mensajes de voz y audios que grabó cuando hablaba con el abogado Walter Mendoza. Esas pruebas apuntan directamente a la jueza Emma Benavides, mencionada bajo el seudónimo de “La Doña”.

Percy Coromoto asegura que el abogado Walter Mendoza no fanfarroneaba y no usó en vano el nombre de la jueza Emma Benavides. Asegura que en los hechos él y sus contactos abrían y cerraban rejas.

Esos hechos y las pruebas que consiguió la fiscal Bersabeth Revilla contra Emma Benavides fueron contundentes. Por eso le ofreció a Percy Coromoto, que tiene una condena de 18 años, la opción de convertirse en colaborador eficaz.

Desde la Prefectura, Jaime Villanueva ha contado que esa situación hizo que Patricia Benavides haga cambios en la fiscalía que investigaba a su hermana. Eso ocurrió: Sacó a Revilla y puso al fiscal Uriel Terán a quien ella misma le tomó juramento como muestran estas fotos.

Terán toma el caso y en enero de este año buscó a Percy Coromoto en la cárcel, para hacerle una nueva oferta, muy poco atractiva, a cambio de su colaboración eficaz. Coromoto asegura que entendió rápidamente la intención del mensaje y de quien venía.

Según fuentes que conocen el caso al detalle, Jaime Villanueva ha dicho que muchas de estas coordinaciones y otro tipo de gestiones fueron realizadas directamente por Patricia Benavides desde el número telefónico: 515103249813.

Un celular informal con el que la exfiscal de la Nación se comunicaba con su gente de confianza. Villanueva también ha contado que usaba el aplicativo de mensajería Signal, un chat con muchos protocolos de seguridad que lo hacen difícil de interceptar o chuponear.

A pesar de toda la seguridad de Signal, según Jaime Villanueva, Patricia Benavides tomó más precauciones y usó el alias de “Vane” en el chat para que nadie sepa su verdadera identidad.

Otro equipo telefónico es el que usó Jaime Villanueva. Él ha entregado ese celular con el cual se comunicó con diferentes fiscales allegados a Patricia Benavides.

Uno de ellos podría ser el Fiscal Uriel Teran, a quien buscamos sin éxito para preguntarle si en algún momento habló con Jaime Villanueva sobre la investigación en contra de la hermana de Patricia Benavides.

La pregunta es pertinente porque un mes después de esa visita a Percy Coromoto, en febrero de este año, Uriel Terán pidió al Poder Judicial archivar la investigación que involucra a la hermana de Patria Benavides. Según Coromoto, el fiscal Terán no validó las pruebas que él entregó. Descartando así, su colaboración eficaz.

El pedido de archivamiento está en manos del Poder Judicial y será evaluado mañana lunes por el juez Juan Carlos Checkley.

Según lo contado por Jaime Villanueva también se tenía un plan alternativo si los intereses de las hermanas Benavides no eran favorables en la sala del juez Checkley.

La instancia que le sigue es la Sala Penal Permanente, que está dirigida por el juez César San Martín. Según lo narrado por el ex hombre de confianza de Patricia Benavides se iba a aprovechar la actualización de una noticia publicada en un semanario en agosto pasado donde se cuenta que César San Martín tuvo conversaciones con un juez investigado por el caso Cuellos Blancos.

En agosto, el mismo mes que salió la publicación, la propia Patricia Benavides le informa a San Martín que tomarán testimonio al juez involucrado en el caso Cuellos Blancos y que esa gestión es parte de una disposición de la investigación previa, como lo demuestra una notificación.

En sencillo, según Villanueva, era un arma legal que pensaban usar contra San Martín quien tendría la voz final del caso que involucra a la hermana de Patricia Benavides.

Para llegar a esa instancia aún hay que esperar a ver qué decide mañana el Poder Judicial.

Percy Coromoto espera recuperar su condición de colaborador eficaz. Pero sabe que su situación es complicada. El propio fiscal Uriel Terán lo ha acusado del delito de cohecho, es decir coima, para hacerlo, cuenta, ha usado las pruebas que él mismo entregó cuando postuló a la colaboración eficaz.

Años en la cárcel es lo que todos los personajes de esta historia tienen en juego: Coromoto quiere salir de Ancón, Jaime Villanueva no quiere volver a pisar una carceleta y las hermanas Benavides quieren evitar el duro peso de la ley que en algún momento impusieron. 

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