Las monjas peruanas que resisten en Gaza para proteger a los niños del horror de la guerra

Dos monjas peruanas hicieron noticia por rechazar la oferta del Gobierno de ser evacuadas de la Franja de Gaza, en el momento en que el conflicto ingresa a su momento más álgido

Video: Cuarto Poder

Hay guerras que se pelean con cientos de misiles, esas batallas tienen los ojos del mundo sobre ellas. Pero hay otras guerras, menos ruidosas, que tienen como arma un simple peluche de cebra.

El campo de batalla puede ser en la Franja de Gaza. Entre tanques que cruzan fronteras, bombardeos y toneladas de escombros.

O en medio de una hermosa campiña al pie de un volcán en Arequipa. Manejando una usada combi que cruza la ciudad en busca de providencia.

Sea en Gaza o en Arequipa, siempre habrá una hermana de la congregación católica Verbo Encarnado haciendo lo imposible para cumplir su misión: mantener la fe viva y ayudar al necesitado, incluso cuando un bombardeo este a la vista.

Quien habla es la hermana María del Pilar Llerena Vargas. Ella está en el campo de batalla de una guerra que va dejando cerca de 7 mil muertos y las cifras suben cada día más.

Un conflicto en el medio oriente que ahora enfrenta a Israel y a el grupo terrorista Hamás que tiene el control de esta parte del territorio Palestino ubicado al lado del mar mediterráneo: La Franja de Gaza.

Ahí se encuentra Pilar junto a su hermana de fe y de sangre María del Perpetuo Socorro. Ambas nacieron en Arequipa hace 55 años y cumplen misiones religiosas en medio oriente desde hace dos décadas.

Las hermanas fueron noticia esta semana porque rechazaron la oferta del Gobierno peruano para ser incluidas en una lista de personas que piden salir de Gaza. Lo hicieron porque tienen una misión de fe que no abandonarán. Tomaron esa decisión justo cuando el conflicto ha entrado en su punto más álgido.

Hoy domingo, por la mañana, el ejército israelí ha anunciado que ha aumentado el número de tropas desplegadas en Gaza tras entrar el sábado de madrugada con infantería, blindados y artillería. Lo ha hecho después de intensificar los bombardeos sobre la Franja donde han golpeado más de 450 objetivos militares de Hamás en solo un día.

La pregunta que en nuestro país se hicieron es por qué las dos monjas peruanas decidieron quedarse. La hermana Flor de Lis, en Arequipa, las entiende perfectamente. Porque ella, día a día, también lucha sus propias batallas.

Lejos de Gaza, donde están sus compañeras, su misión es sacarle, por lo menos durante algunos pocos segundos, una sonrisa a Ana Ruth.

Ana Ruth es una de los 40 niños que viven en el hogar de la congregación. No abandona nunca a su cebra. No hicieron lo mismo con ella. Sus padres, pobres y enfermos, la dejaron aquí. No podían asumir la responsabilidad de una niña especial como ella.

Ana Ruth es una lucha diaria que a veces mata un poco por dentro, como admite la hermana Flor de Liz. Pero ella está bastante preparada para los momentos difíciles, como todas las hermanas de la congregación Verbo Encarnado.

La hermana Miriam Hesed es encargada de la escuela de la congregación, explica que ir a lugares peligrosos es parte de lo que ellas llaman carisma. No es una simple palabra es la forma de cómo materializan su entrega a Dios. Se enseña, pero sobre todo se siente. Como les pasa a las dos hermanas que están en Gaza, con las que tienen comunicación solo por WhatsApp.

La parroquia está ubicada en el barrio de El Zeitoun a dos kilómetros del centro de Gaza. Por fuera lucía así pero ahora, por dentro, ha servido para velar a los muertos que dejó uno de los varios bombarderos en la zona cercana al centro de Gaza, una ciudad en ruinas.

Los bombardeos se han intensificado sobre todo en las noches y madrugadas. Todos esperan el ingreso por tierra que Israel ha anunciado. Hasta el momento solo se ven bengalas que son el preámbulo de los bombardeos que iluminarán una noche más de muerte que la salida del sol y los médicos en los hospitales, confirmarán.

Precisamente sobre un hospital palestino el Gobierno de Israel ha realizado una grave denuncia. Han presentado este video basado en un testimonio de un terrorista de Hamás capturado donde asegura que debajo del Hospital Shifa funciona el cuartel principal del grupo terrorista.

El hospital Shifa está ubicada a solo un kilómetro de la parroquia católica donde están las dos monjas peruanas. Quienes solo se pueden comunicar con las hermanas en Arequipa a través de audios de WhatsApp porque hace tres días Israel destruyó las antenas de comunicación como parte de su estrategia militar.

Uno de los últimos videos que enviaron fue esta misa pidiendo que recen por el fin de la guerra. Y este otro donde un grupo de niños palestinos rezan dentro de la parroquia en medio del ruido de un misil.

Pero esa escena de paz y tranquilidad es el reverso de otras imágenes que la guerra nos deja. Cómo esta donde un periodista palestino se entera que toda su familia incluyendo su hijo pequeño ha muerto luego de un bombardeo.

No hay una cifra oficial, pero diferentes organizaciones han calculado que en la Franja de Gaza han muerto cerca de 2 mil niños en 22 días de guerra.

Para las hermanas en Gaza, cada niño que está bajo su cuidado es una lucha, una pelea permanente para defenderlos de la muerte. Es exactamente igual para la hermana Flor de Lis en Arequipa.

Para ella el pequeño Franco que está conectado a un respirador, con retardo severo y que llegó aquí luego de una medida judicial debido a falta de tutores es un reto diario.

Es lo mismo con Gilda Honorio Delgado. No es una niña, es una mujer de 44 años que vivió en el Hospital Honorio Delgado de Arequipa durante 42 años.

Y por supuesto está Ana Ruth. Tal vez por ella o por alguna razón y fuerza que, de seguro, solo la fe puede explicar. La hermana Flor de Lis afronta cada una de sus pequeñas batallas con una sonrisa.

Y es verdad. No hay tiempo para eso. Ana Ruth necesita un terapista y no hay plata para pagarlo.

La cocina no da abasto. Preparan 60 platos al día para los estudiantes, pacientes, personal y para cualquiera que toque a la puerta.

Las hermanas están a punto de mandar a canonizar a la cocinera porque de milagro hace alcanzar la comida.

No en vano se reza todos los días. Lo hacen por los niños y últimamente por las hermanas que están en Gaza, pero lo hacen sin mortificarse, apoyadas en su inquebrantable fe y firme disciplina.

Mientras tanto la ofensiva del ejército israelí no cesa y los combates con Hamás ya son en las calles destruidas y en túneles de la Franja de Gaza.

En medio de esta tragedia, si ve a una mujer con sotana ploma, velo azul y una pesada cruz que cuelga de su cuello, no tenga la más mínima duda que es una soldado, pero de Dios.

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