Los monumentos más ridículos del Perú

El presidente Ollanta Humala hizo una invocación a que no se gaste el dinero público en realizar obras innecesarias. Y no se equivocó en sus apreciaciones.

Lima.

El Perú posee uno de los monumentos más feos del mundo: el obelisco a la biodiversidad, en Puerto Maldonado, construcción de 45 metros de altura que posee su propio ascensor.


 


Pero existen otros monumentos igual de insulsos, como el del cuy, el del osito feliz y Papá Noel, en Huancayo. En esta ciudad también está presente el parque de los sombreros.


 


En Arequipa deslumbra el esmalte del monumento a la muela, construido como homenaje a la salud oral. También está el del pito, en Tumbes.


 


Pucallpa exhibe un striptease familiar y un parque de hormigón en plena implementación. En Castilla, Piura, se ve el monumento al ave que levanta pesas; mientras que en Chivay está el monumento a la ojota.


 


Pero el rey de los monumentos es quizá el dedicado a la afrodisiaca maca, que fue inaugurado el 2005 y costó 409 mil soles. Está ubicado en el distrito de Huayre, Junín, un lugar donde solo viven 700 personas.


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