El lado oculto de El Monstruo: chats con su cómplice y pareja

Domingo al Día accedió en exclusiva a las conversaciones privadas entre Erick Moreno Hernández, alias El Monstruo, y Liseth Cruz Ruiz, alias La Patrona. Los mensajes muestran una relación intensa marcada por el chantaje emocional, insultos, súplicas y una dependencia tóxica. “Deja de pelear. Te amo amor mío”, escribe él; mientras ella le reclama: “Todo me gritas y me haces sentir mal”.

A pesar de ser el cabecilla de una red criminal por la que se ofrece un millón de soles, Erick Moreno bajaba la guardia frente a su pareja. En lugar de amenazas, sus mensajes estaban llenos de disculpas, promesas y palabras de amor. “Te amo. Discúlpame por reaccionar así”, insistía en repetidas ocasiones. Ella, sin embargo, lo enfrentaba con furia: “Lágrimas de cocodrilo... nunca te lo voy a perdonar”.

¿Puede un criminal temido ser también un amante manipulador?

Erick Moreno alternaba su rol de jefe criminal con el de un hombre emocionalmente dependiente. Los chats lo muestran rogando cariño y perdón, mientras que Liseth le reclamaba su trato abusivo y su doble vida con otra mujer. “Yo solo me siento tu trabajadora y la mamá de tu hija”, dice ella. Él le responde: “Pronto estaremos juntos”.

Esta estrategia de manipulación no era nueva. A través de flores, tarjetas románticas y regalos enviados a distancia, El Monstruo mantenía el control emocional sobre su cómplice. En uno de los mensajes, por el Día de la Madre, le escribe: “Te agradezco por ser la mejor esposa y madre del mundo. Pronto estaremos juntos con el favor de Dios”.

¿Qué rol juega el amor en la estructura de esta red criminal?

Para la Policía, estos mensajes no solo revelan un vínculo sentimental, sino un mecanismo de control. “Nadie te va a amar tanto en la vida como yo”, dice Liseth. Él le responde: “Sabes que no soy egoísta. Pronto todo estará bien”. Así, El Monstruo lograba mantener su círculo más íntimo fiel y bajo su dominio.

Las autoridades señalan que este control emocional también fue clave en el funcionamiento de la organización. Según el fiscal Leonardo Guffante Parra, “compartían funciones logísticas, financieras y de coordinación”, algo que se ve reflejado en la forma en que sus cómplices seguían sus órdenes sin cuestionamientos.

¿Quién es Dayana Martínez y por qué desató una guerra interna?

Una figura que genera tensión en la relación es Dayana Jazmín Martínez Valdés, la “rubia paraguaya” que se convirtió en la manzana de la discordia. Liseth descargaba su furia contra ella en los audios. “Hazla trabajar a la puta esa. A mí no me des nada”, le gritaba. La policía sostiene que Dayana ahora mueve los hilos del negocio desde Paraguay, tras la captura de La Patrona.

Este triángulo amoroso marcó una ruptura dentro del grupo. La obsesión y los celos de Liseth revelan que los conflictos no solo eran delictivos, sino también personales. En sus palabras se siente la traición: “Me duele que estés con ella. Me duele que a veces me trates mal”.

¿Cómo llegó El Monstruo al poder tras la muerte de su mentor?

Erick Moreno no siempre fue el líder. Su ascenso comenzó tras el asesinato de Jorge Manuel Rodríguez Pedraza, alias Jorgito, líder original de la banda Los Federales. Aquella noche, Jorge fue abatido frente a su pareja Grace Bados, quien sobrevivió al atentado.

Desde entonces, El Monstruo tomó las riendas de la organización. Los partes policiales señalan que la estructura criminal se fortaleció con su liderazgo, incorporando nuevas estrategias de extorsión, secuestro y lavado de dinero.

¿Quién es Grace Bados y cuál fue su papel en el imperio delictivo?

Grace, pareja del fallecido líder, fue absorbida por la nueva estructura liderada por El Monstruo. La convirtió en su contadora, su “cajera”, como la llaman en la investigación. Grace organizaba pagos, manejaba registros y administraba las finanzas. Era parte del círculo de confianza.

Las investigaciones fiscales revelan que era ella quien legalizaba las ganancias ilícitas y distribuía los cobros, convirtiéndose en una pieza clave del engranaje delictivo. “Compartía funciones de recaudación”, señaló el fiscal Guffante.

¿Qué es el triángulo del crimen?

Este imperio se sostenía sobre tres pilares: Erick Moreno, Liseth Cruz y Grace Bados. Cada uno cumplía un rol esencial: el liderazgo, la operación logística y la administración financiera. Unidos por la confianza, el chantaje emocional y la fidelidad absoluta, mantuvieron en pie una de las redes criminales más temidas del país.

¿Cómo empezó todo?

La historia de Erick Moreno Hernández se remonta a sus inicios como miembro de Los Federales. Junto a Jorge Rodríguez, participaba en robos armados y secuestros. Con el tiempo, ganó respeto y ascendió, convirtiéndose en El Chinito y, finalmente, en El Monstruo.

Hoy, tras su captura, las autoridades intentan desmantelar lo que queda de su imperio. Pero la historia detrás de sus vínculos emocionales y manipulaciones deja claro que su poder no solo nacía de las armas… también del control sobre quienes lo rodeaban.

• Chats y audios entre El Monstruo y La Patrona muestran manipulación emocional.

• El cabecilla criminal rogaba amor y perdón a su cómplice y madre de su hija.

• Usaba el amor como herramienta de control dentro de su organización.

• La rivalidad con Dayana Martínez desató tensiones internas.

• El Monstruo asumió el liderazgo tras el asesinato de Jorge Rodríguez.

• Grace Bados, pareja del exlíder, se convirtió en contadora del grupo.

• Fiscalía confirma que compartían funciones logísticas y financieras.

• El triángulo del crimen operaba con lealtad, poder y violencia.

• La historia criminal de Erick Moreno empezó con la banda Los Federales.

• Su poder se extendió por manipulación emocional, más allá de lo criminal.