Incendio en Barrios Altos: Se cumplen 7 días y el peligro no pasa

Han pasado siete días desde que el incendio en el jirón Cangallo, en Barrios Altos, desató una de las emergencias más grandes registradas en Lima en los últimos 40 años. A pesar de los esfuerzos de más de 350 bomberos, el fuego aún no ha sido totalmente controlado y persisten focos activos que mantienen en alerta a la población.

El incendio, que comenzó en un almacén clandestino de juguetes, se expandió rápidamente, provocando el colapso de seis estructuras y dejando a varias familias sin hogar. Con el paso de los días, se han detectado nuevas dificultades, desde la falta de acceso a los predios en llamas hasta el hallazgo de productos químicos en la zona siniestrada.

Falta de agua y calles estrechas complicaron el trabajo de los bomberos

Uno de los principales obstáculos en la emergencia fue la escasez de agua en los primeros momentos del incendio. Según el comandante de los bomberos, Juan Carlos Morales, en la primera noche hubo un lapso de más de una hora en la que no se contaba con agua suficiente para sofocar las llamas.

Además, la estrechez de las calles en Barrios Altos dificultó el ingreso de los camiones cisterna y las unidades de rescate, obligando a los bomberos a realizar maniobras de alto riesgo para controlar el fuego.

Intervención del Gobierno y apoyo con maquinaria pesada

En los últimos días, el Ministerio de Vivienda ha desplegado maquinaria pesada para facilitar el acceso a los edificios colapsados. Un cargador frontal abrió un forado en una de las estructuras afectadas, permitiendo a los bomberos ingresar con mayor facilidad y combatir los focos de fuego aún activos.

Asimismo, se han enviado más cisternas de agua para reforzar el abastecimiento y evitar que el fuego se reactive. Sin embargo, los especialistas advierten que la emergencia aún no ha terminado y que la zona sigue representando un alto riesgo para los vecinos.

Vecinos afectados esperan ayuda tras una semana de emergencia

Mientras los rescatistas continúan con su trabajo, las familias damnificadas siguen a la espera de soluciones concretas. Muchos han perdido sus viviendas y pertenencias, y exigen que las autoridades aceleren las gestiones para brindarles apoyo.

El incendio en Barrios Altos deja una marca imborrable en la ciudad. Una semana después de su inicio, el siniestro aún no ha sido extinguido por completo y las consecuencias para los vecinos siguen siendo inciertas. La población espera que el Gobierno actúe con rapidez para evitar que esta tragedia tenga repercusiones aún mayores.