Huánuco: Policía murió en clínica clandestina antes de realizarse liposucción

Una agente policial de 39 años murió en una clínica estética que no contaba con autorización para realizar liposucciones. Tras la detención de los implicados, el Poder Judicial decidió dejarlos en libertad

Huánuco: Policía murió en clínica clandestina antes de realizarse liposucción - Foto y video: América Noticias

Una valerosa policía, dedicada, valiente y amorosa madre de sus dos hijos pequeños. Una mujer huanuqueña que perdió la vida a causa de una presunta negligencia médica en su afán de mejorar su figura.

Pero lejos de salir de un centro médico con un cuerpo esbelto, fue sacada envuelta entre sabanas tras ponerse en manos de un médico, anestesióloga y representante legal en la seudo clínica 'Dr. Vitor".

Cinthia Alexis Pasapera Silva tenía 39 años, dos hijos de 9 y 12, que repentinamente tendrán que aprender a vivir con el dolor de crecer sin su madre. Hace apenas unos días disfrutaban jugando con ella, con la familia completa. Dedicó su vida a servir al país a través de la Policía Nacional, hacía trabajo administrativo en la región policial Huánuco.

Hace un año, en enero de 2023, consiguió el ascenso a técnico de tercera. Sus compañeros la recuerdan como una mujer comprometida y responsable. En la policía encontró el amor, fueron 17 años juntos. El hombre con quien decidió compartir su vida, Nelson Burillo, agente del departamento de Investigación Criminal Depincri Huánuco es encargado de las diligencias de levantamiento de cadáveres y esta vez, le tocó la tarea más desgarradora y triste, tener que encontrar al amor de su vida muerta en un quirófano clandestino.

Se despidió de ella en la mañana como cualquier día, la dejó en el trabajo, nunca sospechó que ella fuera a someterse a esa mortal liposucción. Todo empezó cuando por 6 mil soles le ofrecieron a la agente policial esa belleza que todo mundo admira. Una liposucción que duraría aproximadamente 4 horas.

Según la tesis fiscal, la técnico de tercera habría sido captada por Ylena Ginnete Cortez Espinoza, quien alquiló la sala de operaciones de la clínica Dr. Vitor por 350 soles a la señora Yolanda Atencia Córdoba, representante legal del centro de salud.

Un mal llamado quirófano que aparentemente no contaba con los implementos necesarios para realizar cualquier operación. Domingo Al Día accedió a las fotos del interior, donde Cinthia yace fallecida. El médico cirujano Wenceslao Villafuerte Cerón, es quien promocionó a través de redes sociales los tratamientos e, incluso, en la televisión chilena, su clínica en Tacna, ofreciendo dejar a toda mujer con un cuerpo soñado.

En esta trama también está la anestesióloga Ana Patricia Machica Mory, personaje clave, pues ella fue la que aplicó la dosis a Cinthia que terminó con el fatal desenlace. Los familiares recibieron la llamada que nadie quiere escuchar, la técnico de tercera había fallecido.

Todos los implicados fueron detenidos en flagrancia. La necropsia realizada al cuerpo de Cinthia arrojó que sufrió una asfixia interna, hemorragia pulmonar e insuficiencia respiratoria aguda. No llegaron a operar a Cinthia, ella dejó de tener signos vitales al momento de aplicarle el narcótico.

Y es que este centro de salud que se hace llamar clínica es un establecimiento de nivel I, es decir, no tiene autorización para realizar ningún tipo de operaciones, según información de Susalud. Al día siguiente de la muerte de Cinthia, este centro traumatológico y de rayos x, como figura en su página web, continuó funcionando como si nunca hubiera ocurrido una tragedia dentro de este lugar.

Sin embargo, en su fachada, ofrecen el servicio de cirugía general. Intentamos hablar por teléfono y presencialmente con sus representantes, pero no obtuvimos respuesta. Las liposucciones o lipoesculturas deben realizarse en establecimientos de salud nivel II, que cuentan con área de emergencias y ambulancias. Además de poseer una sala de operaciones equipada, con paletas electroshock, coche de paro, entre otros elementos.

La familia de Cinthia hoy lleva el pesar y el dolor de despedirla para siempre, una profunda tristeza por un procedimiento que jamás debió realizarse en un centro de salud sin autorización.

La Fiscalía solicitó 18 meses de prisión preventiva para todos los implicados, médico, anestesióloga y personal administrativo del centro de salud 'Dr. Vitor'. Sin embargo, el Poder Judicial decidió que lleven el proceso en libertad, imponiéndoles comparecencia con restricciones.

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