Frío, neblina y abandono: Ciudad de Gosen vive su peor temporada
Las familias de Ciudad de Gosen, en Ticlio Chico, sobreviven entre la humedad, el frío constante y la falta de apoyo. Niños enfermos, adultos mayores desprotegidos y ollas comunes que resisten sin recursos forman parte de una realidad invisible
En Ciudad de Gosen, una zona de Ticlio Chico en Lima Este, la neblina no se disipa, la humedad llega al 100 % y la temperatura es inferior a 10 grados. En este lugar, el invierno no dura tres meses: parece no tener fin. Familias enteras sobreviven entre el frío, enfermedades y el olvido de las autoridades.
Doña Josefina y don Alejandro, ambos adultos mayores, duermen bajo un techo de calaminas oxidadas hace más de 10 años. Enfermos y con recursos limitados, solo esperan una mejor calidad de vida. Como ellos, decenas de familias enfrentan esta temporada con lo poco que tienen.
¿Cómo afectan estas condiciones a los niños?
La familia Venancino vive con sus hijos y nietos. Diez personas comparten un espacio donde todo permanece húmedo. Las más pequeñas no logran recuperarse de la tos. A pesar del frío, deben subir cerros empinados para ir a la escuela, muchas veces sin poder desayunar. Solo un vaso de avena y pan es su única defensa.
El ausentismo escolar se ha vuelto común. Las enfermedades respiratorias, la humedad y la precariedad impiden que los niños puedan asistir o concentrarse en clases. En medio del sufrimiento, las familias solo esperan que no llegue lo peor.
Ollas comunes: el calor humano frente al frío
En la parte más alta del cerro, la olla común San Miguel Arcángel atiende a 24 vecinos con 90 raciones diarias. A pesar de la falta de recursos, no se detiene. Rosa, madre de dos hijas, vive en la zona desde los 10 años. Hoy, colabora en otra olla común, preocupada por la salud de sus hijas y el abandono del barrio.
"Queremos que las autoridades nos vean", dice mientras ayuda a repartir comida. En Ciudad de Gosen, cada gesto de solidaridad es vital. Pero el invierno no espera, y la comunidad necesita más que buena voluntad para resistir.
Mientras en otros distritos el otoño es solo una estación, en Ciudad de Gosen es una lucha diaria por sobrevivir. La comunidad sigue esperando una respuesta real de las autoridades para proteger a sus familias del invierno perpetuo.














