Falsos fiscalizadores extorsionaron con hasta s/ 15 mil semanales a negocios

La Policía los capturó cuando vestían como funcionarios del Ministerio de Salud. Los delincuentes con chalecos, identificaciones clonadas y hasta copia de documentos originales

Foto y video: Canal N

Eran cautelosos, hábiles y aparentaban una vida normal, pero en realidad eran estafadores que se hacían pasar por inspectores de distintas entidades del Estado, todo con el fin de cobrarles supuestas infracciones, sustraer su contacto, para luego solicitarles a través de mensajes intimidantes, cantidades de dinero.

A la hora que ingresaban a los locales cada uno tenía un rol establecido, se mimetizaban tanto en su papel que hablaban, se vestían y sabían las normativas al revés y al derecho, por lo que nada, hacía suponer a las víctimas que se trataba de falsos fiscalizadores.

En exclusiva, les mostramos como operaban estos avezados criminales que venían estafando hace 8 años y que tenían en su mira a negocios de todos los rubros. Era la 1 de la tarde cuando tres sujetos se acercan a un establecimiento, se presentan como trabajadores de Defensa Civil, dos portaban chalecos naranjas, mientras que el de camisa, habla con el encargado, le muestra unos documentos y su supuesto fotocheck, para poder ingresar. Una vez que lo logran, empieza la supuesta inspección.

Su actuación, era tal, que se paseaban por todos lados, revisan las piezas y observan todo el lugar, uno de ellos, siempre con el celular en la mano, distrayendo a uno de los trabajadores, para que los otros, logren su objetivo, atemorizar a la víctima con una supuesta infracción.

Las cámaras de seguridad de distintos establecimientos captaron más de una vez, a estos tres delincuentes, utilizando la misma modalidad, solo cambiando de blanco. Un día podían ser trabajadores del Minsa, al día siguiente integrantes de Defensa Civil, mientras que, al otro se convertían en fiscalizadores del Municipio de Lima.

En una semana lograban hacerse pasar por más de 4 falsos trabajadores de entidades públicas llegando en una semana a recolectar más de 15 mil soles. Este sujeto que con total frescura se luce contando fajos de dinero es Daigoro Hieferson Minchan Sanchez un hombre de 39 años, que aparentaba tener una vida tranquila y normal, pero que dentro de su habitación se grababa con el dinero producto de sus estafas.

Su doble vida se ve evidenciada a la hora de su detención y al comparar sus antecedentes con en estas fotografías, donde se luce celebrando y paseando en familia. Junto con él cayeron Cesar Daniel Gonzales Jiménez y Julio Cesar Vera Felipe de 50 años, este último, era el llamado ingeniero, él encargado de proporcionar el vehículo para transportar a parte de la organización.

Más de una decena de chalecos con los logos de diferentes entidades del estado e incluso una porta placa de la Policía que decía resguardo de inteligencia fueron encontradas dentro del automóvil de estos sujetos, las pruebas eran más que evidentes, a pesar que ellos intentaban negarlo.

Fue tras un exhaustivo seguimiento por parte de la división de estafas de la Dirincri que se logró capturar a los integrantes de esta mafia. En esa ocasión, portaban chalecos del Ministerio de Salud. Aquí se ve a dos de ellos ingresando a un restaurante con documentos en mano.

Al rato sube el tercer supuesto inspector, conversan con la encargada y empiezan a revisar el lugar, pero rápidamente hacen un alto en su accionar, se quitan toda indumentaria que los identifique y tratan de darse a la fuga, siendo intervenidos por la Policía.

Decían no pertenecer al Minsa, nunca haber trabajado para Defensa Civil, negaban todo, una y otra vez, pero no sospechaban que sus rostros habían sido registrados en distintos escenarios. Todos estos criminales contaban con un historial de antecedentes, delitos por estafa que iban desde el 2016.

Estas son algunas de las tantas denuncias que tienen en su contra, acusaciones que demostrarían que iniciaron operando en el cono norte exactamente en Puente Piedra, Comas, Los Olivos para luego pasar al Lima Cercado hasta llegar a Ate y Cieneguilla delinquiendo, prácticamente, en toda la capital.

En su poder, se les halló, todo tipo de autorizaciones para ser llenadas, listas para ser entregadas, con firmas falsas, pero con nombres de trabajadores de estas instituciones del Estado. En un recorrido por La Victoria pudimos comprobar como algunas tiendas te ofrecen confeccionarte chalecos, gorras y hasta casacas de municipios y todo tipo de entidades públicas, esto se debe a que no hay ninguna normativa que fiscalice este tipo de ventas, por lo que es fácil acceder a estas prendas que muchas veces son utilizadas por delincuentes para cometer sus crímenes.

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