Extorsión en Piura: delincuente coloca explosivo en una casa

Un nuevo atentado con explosivo estremeció Piura. La cámara de seguridad de una vivienda captó el momento exacto en que un delincuente colocó un artefacto explosivo en la puerta de una casa, donde dormían tres familias. Según denunció la víctima, este sería el tercer ataque que sufre en menos de un mes por parte de una banda que lo extorsiona por 20 mil soles.

El estallido ocurrió segundos después de que el atacante dejara el explosivo y huyera corriendo. El estruendo alarmó a los vecinos y causó daños en el piso, puertas metálicas y ventanas del inmueble. De acuerdo con el propietario, el acoso criminal lo obligó a cerrar su negocio y abandonar su hogar para proteger a su familia.

¿Quién está detrás de los ataques en Piura?

Según indicó la víctima, hace 15 días recibió amenazas de una organización conocida como “Los injertos del norte”, quienes le exigieron el pago de 20 mil soles a cambio de no atentar nuevamente contra su vivienda. Antes de huir de la ciudad, declaró haber pagado a la policía para que patrullara la zona durante la madrugada.

“Tuve que pagar para que un patrullero esté desde las 12 de la noche hasta las 6 de la mañana. Lógicamente, tuve que darles algo para que estén ahí”, aseguró el afectado, quien prefirió no revelar su identidad.

¿Qué daños dejó el atentado con explosivo?

El ataque no dejó heridos, pero sí causó severos daños materiales. La explosión afectó la entrada, el piso y varias ventanas. No es la primera vez que ocurre un atentado en esa vivienda: semanas antes, el mismo inmueble fue atacado con armas de fuego. En esa ocasión, los delincuentes dispararon 14 veces y nueve proyectiles impactaron en paredes y ventanas.

Días antes de la explosión más reciente, otro artefacto fue detonado frente a la misma casa, en una clara señal de amenaza persistente.

¿Qué dicen los vecinos e inquilinos?

El miedo se ha instalado entre quienes viven cerca del lugar. Una vecina relató que escuchó el estallido mientras descansaba y que ahora teme por su seguridad. “Nos sentimos amenazados”, expresó.

Los inquilinos del inmueble también han decidido abandonar la propiedad, luego de que el dueño se retirara con su familia para evitar nuevas tragedias. “Es imposible vivir así, la vida de mis hijas vale mucho. A mí que me maten, pero a mi familia, no”, dijo entre lágrimas el emprendedor.