EE.UU: Periodista peruano pasó por 7 cárceles tras vender cebiche
Ricardo Quintana fue arrestado en Miami tras vender cebiche. Tenía asilo político vigente y terminó deportado al Perú después de 50 días de encierro.
Un abrazo largo y frágil selló el reencuentro de Ricardo Quintana Chávez con su madre en Lima. Tras cincuenta días en Estados Unidos, el periodista de investigación regresaba deportado después de haber pasado por siete cárceles, incluido Alligator Alcatraz, una de las prisiones más estrictas de Florida.
Lo que empezó como un día común en Miami terminó convertido en el episodio más duro de su vida.

Ricardo Quintana, de 57 años, no pensó que su nombre dejaría de estar en la firma de reportajes para convertirse en el protagonista de una historia de encierro, injusticia y supervivencia.
La detención ocurrió tras vender cebiche de manera informal en South Beach, lo que fue considerado una falta migratoria. Pese a contar con asilo político vigente y un permiso de trabajo válido hasta 2030, fue tratado como delincuente común.

El periodista había llegado a Estados Unidos en 2021 luego de recibir amenazas en Perú por trabajos vinculados a la coyuntura política.
Desde Miami retomó su vocación en medios de comunicación, pero también complementaba sus ingresos con la preparación y venta de cebiches. Fue en uno de esos días cuando un policía encubierto lo arrestó.
¿Cómo fue detenido Ricardo Quintana en Miami?
Según su testimonio, un oficial encubierto lo abordó cuando vendía cebiches sobrantes a conocidos. Tras su arresto, fue esposado de pies y manos, encadenado al abdomen y trasladado junto a otros detenidos.
“Me dieron un uniforme anaranjado, como en las películas”, relató. Aunque firmó una fianza, el documento incluía una aceptación tácita de delito que agravó su situación legal.

La primera cárcel que conoció fue Miramar, pero pronto fue llevado a distintos centros de detención, cada uno con condiciones más duras.
El caso escaló hasta su traslado a Alligator Alcatraz, prisión rodeada de pantanos con cocodrilos y caimanes, considerada de máxima seguridad.
¿Qué condiciones enfrentó en las cárceles de EE.UU.?
Ricardo describió las condiciones como inhumanas: frío extremo por el aire acondicionado, alimentos insuficientes, hacinamiento y plagas de chinches.
“En cincuenta días dormí un promedio de cinco horas diarias”, aseguró. En Alligator Alcatraz, convivió con más de treinta internos en jaulas metálicas y presenció protestas diarias de reclusos que pedían comida, medicinas o poder bañarse.
El periodista narró que las noches eran las más duras, cuando los internos pateaban rejas exigiendo atención. “Era un loquerío total”, recordó. El encierro lo llevó a firmar una deportación voluntaria, pese a que mantenía su estatus migratorio vigente.

¿Por qué pidió asilo político en Estados Unidos?
En 2021, Ricardo Quintana recibió amenazas en Perú tras investigaciones periodísticas vinculadas al proceso electoral. Decidió entonces viajar a Estados Unidos y solicitar asilo político, que le fue concedido con un permiso de trabajo extendido hasta 2030.
En Miami logró estabilidad: retomó labores periodísticas y trabajó en proyectos audiovisuales. Paralelamente, vendía cebiche los fines de semana para amigos y conocidos. Fue esa actividad la que lo llevó a la detención.
¿Qué denunció tras su deportación al Perú?
Ricardo asegura que lo más doloroso fue “la injusticia”. Afirma que el sistema lo criminalizó por una falta menor, a pesar de haber ingresado legalmente al país. “Por un cebiche me trataron como delincuente”, relató.
Tras pasar por siete cárceles, fue trasladado encadenado en un avión hasta el centro de procesamiento de Port Isabel. Dos días después, lo deportaron al Perú. Su reencuentro con la familia fue marcado por lágrimas y alivio, especialmente para su madre, que temió perderlo para siempre.
¿Qué planes tiene Ricardo Quintana tras su regreso?
De regreso en Perú, Ricardo Quintana busca dar testimonio de lo que vivió. Planea escribir un libro con sus memorias, convencido de que su experiencia refleja un sistema que criminaliza a los migrantes. “No soy delincuente, lo mío fue un ticket. Nos están cazando en Estados Unidos”, denunció.
Hoy intenta retomar su vida, aunque no podrá volver a EE.UU. durante un año. Su mirada, sin embargo, está puesta en lo que aún puede construir.
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Ricardo Quintana fue detenido en Miami tras vender cebiche.
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Pasó por siete cárceles en cincuenta días, incluida Alligator Alcatraz.
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Tenía asilo político vigente y permiso de trabajo hasta 2030.
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Denuncia abusos, hacinamiento y condiciones inhumanas en prisión.
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Firmó deportación voluntaria y regresó encadenado a Perú.
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Su madre lo recibió entre lágrimas.
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Planea escribir un libro con sus memorias.











