Trump revive pena de muerte en EE.UU.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para aplicar la pena de muerte en todos los casos federales que lo permitan. Según informó la Casa Blanca, la medida busca enfrentar el aumento de la delincuencia en Washington D.C., donde esta pena fue abolida en 1981.

La orden instruye a la Fiscal General Pam Bondi a que solicite la pena máxima en todos los procesos donde existan «factores aplicables». Según el documento, esta medida responde a la necesidad de reforzar la seguridad ante lo que Trump califica como un “crimen sin control” en la capital.

¿Por qué Trump quiere restablecer la pena de muerte en la capital?

De acuerdo con el memorando presidencial, el objetivo es que el Fiscal General del Distrito de Columbia pida la pena de muerte en todos los casos graves. La medida se justifica como una forma de enfrentar las amenazas a la seguridad pública en Washington D.C., que es una jurisdicción federal bajo control del gobierno central.

Según el documento, otorgar prioridad a la pena capital es parte del plan para frenar la violencia en la ciudad. La medida forma parte del discurso de mano dura contra el crimen que ha marcado la gestión de Trump.

¿Qué pasará si el Congreso no aprueba el presupuesto federal?

Al mismo tiempo, el Ejecutivo estadounidense advirtió que podría haber un cierre del gobierno federal si el Congreso no aprueba el presupuesto antes del 1 de octubre. Según medios locales, la Casa Blanca ya está preparando a las agencias para posibles despidos masivos.

Esta situación genera preocupación entre los trabajadores federales, ya que muchas oficinas podrían cerrar temporalmente. Además, afectaría el funcionamiento de varios servicios públicos si no se llega a un acuerdo presupuestal en los próximos días.

Impacto de las decisiones en la capital estadounidense

La decisión de aplicar la pena de muerte en Washington D.C. y la advertencia sobre un posible cierre del gobierno se dan en paralelo, aumentando la tensión en un contexto político ya complejo. Ambas acciones reflejan el estilo directo y centralista de la administración actual, que busca tomar control de temas clave como la seguridad y el gasto público.