La discrepancias en el Congreso impiden el consenso para definir el adelanto de elecciones

En medio de la escalada de la violencia y desmanes en el interior del país, las bancadas del Congreso no lograron el consenso para adelantar las elecciones generales como reclama la mayoría del país. Por Carla Muschi

Las bancadas de izquierda insisten con la asamblea constituyente. Cuarto Poder

El jueves 15 de diciembre los ojos del país estaban en el Congreso de la República. En medio de la escalada de la crisis política y del reclamo popular que exige nuevas elecciones, se esperaba un mínimo de consenso para adelantar los comicios generales, aunque en realidad, parecía, nadie quería ponerse de acuerdo.

Mientras en el interior del país, el caos, la violencia y los desmanes continuaban, con sólo ocho días de Gobierno, el ministro de Justicia José Tello, sustentaba un proyecto de ley del Ejecutivo que busca adelantar las elecciones a abril de 2024, y aunque no está en su propuesta oficial tampoco descartó otro escenario, elecciones en diciembre de 2023.

Los plazos presentados en la propuesta del ejecutivo comenzaban a ser rechazados especialmente por los congresistas de izquierda, quienes ya tenían un acuerdo en reserva. Exigir que se incluya la Asamblea Constituyente en los próximos comicios. En la otra orilla, la derecha también ponía sus condiciones, dar paso a un adelanto de elecciones con previas reformas a la constitución.

A pesar de la presencia de los órganos electorales, la discusión de ese día no se centró ni en lo técnico ni en las reglas de juego vigentes. A los llamados lapicitos y fujimoristas no parecía convencerles la opinión del JNE, ONPE y RENIEC sobre los plazos mínimos necesarios para organizar nuevas elecciones.

Hernando Guerra García, presidente de la comisión de constitución propuso un dictamen para tener elecciones en diciembre de 2023, tomando como insumo los proyectos de adelanto de elecciones de las congresistas Digna Calle de Podemos Perú y Susel Paredes de Integridad y Desarrollo.

Esperar entre 12 y 14 meses parecía demasiado para los congresistas de Perú Libre quienes buscan nuevas elecciones en solo 4 meses; es decir, buscan un proceso a toda velocidad.

Caída la noche, mientras un ejército de policías comenzaba a sitiar el Congreso frente a la amenaza latente de un ataque en contra de eventuales decisiones políticas, en su interior todavía sin que las bancadas se pongan de acuerdo, la muerte de cuatro personas en Ayacucho hasta ese momento crispó aún más a los congresistas de Perú Libre quienes no dudaron en culpar al gobierno de Dina Boluarte.

Así terminó una jornada de más de 12 horas, sin que los congresistas le pongan fecha a su último día en el Parlamento.

Entonces, se esperaba que, al día siguiente, el viernes 15 de diciembre por fin se aprobara el texto sustitutorio de la comisión de Constitución que propone adelantar elecciones a diciembre de 2023 (DOC en beta), cuatro meses antes de la fecha del Ejecutivo que apunta a abril de 2024 (DOC en beta).

Encontrar consensos nuevamente era imposible en un congreso que parecía no tener control de la realidad. Mientras las bancadas buscaban imponer sus condiciones, en el interior del país la violencia no se detenía, los aeropuertos y carreteras seguían sitiados y el número de muertos y afectados iba en aumento.

Congresistas de izquierda habían llegado al hemiciclo con pancartas y lemas preparados a favor de un plan que parecía ser el legado de Pedro Castillo.

Quince congresistas, entre ellos Guillermo Bermejo, Guido Bellido, Waldemar Cerrón, Margot Palacios, Ruth Luque y Bernardo Quito, exigían a la mesa directiva ir a un receso para discutir la incorporación de la asamblea constituyente en medio de las próximas elecciones generales.

Las cartas parecían echadas, la votación sólo confirmó lo que ya era un derrotero político, no se alcanzaron los votos para el adelanto de elecciones.  Sólo 49 congresistas estuvieron a favor, 33 en contra y 25 marcaron en abstención. En medio de la grave crisis, Avanza País y parte de Renovación Popular coincidían con Perú Libre y la mayoría de bancadas de izquierda.

Las discrepancias entre las bancadas parecen no tener puntos de encuentro a la vista. Tanto así que el viernes no se reanudó el pleno, y recién se volverá a reunir el próximo martes 20. Se necesitan 87 votos en dos legislaturas, y hoy por la alcanzar esa cifra parece un horizonte todavía muy lejano.

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