Presidenta Dina Boluarte llama a mineros ilegales a formalizarse
La presidenta Dina Boluarte advirtió que la minería ilegal perjudica al país y pidió formalizarse sin recurrir a la violencia ni al caos en las calles.
Desde Palacio de Gobierno, la presidenta Dina Boluarte se pronunció sobre el conflicto con los mineros informales, que ha causado bloqueos, pérdidas económicas y tensión social. Su mensaje fue claro: rechazar la violencia, dejar la ilegalidad y trabajar juntos hacia una minería formal que beneficie a todos los peruanos.
¿Qué dijo Dina Boluarte sobre las protestas?
Boluarte hizo un llamado a la unidad y el respeto a las leyes. Dijo que la democracia no se construye con odio ni violencia. "No me voy a cansar de llamar al diálogo entre peruanos, pero siempre dentro del marco legal", afirmó.
La presidenta se dirigió principalmente a los mineros que siguen operando fuera del marco legal. Les pidió dejar la informalidad y sumarse a un proceso de formalización. Dijo que no se puede permitir que un grupo imponga condiciones al Estado con bloqueos y amenazas.
Según Boluarte, la minería ilegal le cuesta al país millones de soles en impuestos no recaudados. Esto afecta el presupuesto público que podría usarse en salud, educación y obras. "Son millones y millones de divisas que pierde el Perú", advirtió.
¿Qué dijo sobre los jóvenes y la desinformación?
La mandataria expresó su preocupación por el impacto de las noticias falsas en la juventud. Afirmó que hay una campaña de desinformación que busca dividir a los peruanos y debilitar la democracia. "Nuestra juventud vive bajo un bombardeo constante de noticias falsas", señaló.
¿Cómo propone el gobierno solucionar esta crisis?
También llamó a trabajar de forma conjunta para formalizar la minería. “Desde el trabajo correcto, el Perú debe recibir los impuestos que la minería ilegal hoy evade”, dijo. Aseguró que el gobierno está dispuesto a dialogar, pero sin salirse del marco legal.
¿Qué impacto tiene esto en la vida de todos?
Los bloqueos y la informalidad minera ya afectan a miles de peruanos: desabastecimiento de alimentos, combustibles, medicamentos y pérdida de empleo en zonas turísticas y agrícolas. Por eso, el mensaje es claro: la solución no es la violencia, sino el diálogo con reglas claras.














