La confesión del extorsionador implicado en el crimen de una estudiante en Comas

La Policía logró detener a Cristian Antonio Pérez Collazos quien integraría una organización criminal dedicada al cobro de cupos a hoteles en Lima norte. Además, se le vincula al caso del ataque a un suboficial de la Dirincri

Foto y video: América Noticias

Tras la captura de uno de los implicados en el asesinato de la estudiante una contabilidad en Comas se ha develado el criminal negocio de las extorsiones en el cono norte, donde su cabecilla, sería un sujeto conocido con el apelativo de Chonguito, un criminal que habría estado detrás de la muerte de un policía de la Dirincri hace un par de años.

Se trata de un sujeto de 26 años que formaría parte de la banda Los Floristas del Cono Norte y que estarían implicados en el asesinato de la estudiante de contabilidad ocurrido la semana pasada, así como en la muerte de un valeroso suboficial de la División de Secuestros.

El que niega su participación una y otra vez, es Cristian Antonio Pérez Collazos, más conocido con el alias de Pelado. Él ha revelado el modo de operar de su organización como también, que sus gatilleros son ciudadanos venezolanos.

Son varias las amenazas que reciben constantemente los empresarios de la zona, los mismos videos e imágenes, que le llegaron al dueño del hotel Casa Blanca, a quien le exigían dinero por protección. Una negativa que terminó costándole la vida a una joven que salía de su establecimiento.

Ese día, Lucero Marcelo salió de casa, pero nunca más volvió. Ingresó a un hotel junto a su pareja, pero se vio envuelta, sin querer, en la enmarañada red de las extorsiones, convirtiéndose en una víctima mortal de esa guerra que los criminales han declarado a los hospedajes y locales de la zona.

Una guapa joven, buena hermana, excelente estudiante, hija amorosa y una mujer inteligente, que siempre le sonreía los azares del destino, dispuesta a sacar lo mejor de cada circunstancia.

Otro de los integrantes de esta banda que viene sembrando el terror entre los empresarios de Comas, es Erick Luis Moreno Hernández, un peligroso criminal con un amplio prontuario que incluso lleva tatuado, en su cuerpo, revelando su actuar delictivo.

Este sujeto, junto con Cristian Pérez collazos, no sólo serían los cabecillas de una banda dedicada a las extorsiones, sino también, este último es un avezado gatillero y secuestrador que, en un operativo realizado por la policía, en Ancón, hace casi tres años, disparó contra el suboficial William Ríos Cauti, un policía que murió cumpliendo con su loable labor.

Siempre orgulloso de portar el uniforme, el agente formaba parte de la Divise hace ya varios años donde sobresalía por sus acciones, y su experiencia en negociaciones por lo que ese 15 de marzo del 2020, integró el equipo que rescató a dos empresarios, que se encontraban en cautiverio en manos de una banda conforma por peruanos y extranjeros quienes exigían para su liberación la suma de 1 millón de soles por cada uno.

Era diestro con las armas, pero ni eso evitó que fuera impactado mortalmente en dicha balacera. Luchó por su vida durante 10 días dentro de un hospital, donde falleció producto de sus graves heridas. Con horones, la Dirincri despidió a este valeroso policía que fue a salvar vidas y terminó, lamentablemente, perdiendo la suya.

Tras la captura, por parte de la división de homicidios de uno de los cabecillas de esta banda, ha salido a relucir, cada uno de los delitos que habrían cometido, como el ataque al hostal el Norteñito hace tres meses. Se sintieron desprotegidos, y en constante peligro al ver lo sucedido en los establecimientos de sus colegas.

Los empresarios hoteleros consideran que están a la merced de estos delincuentes que les piden cupos y que disparan a sus locales, si no ceden a sus caprichos. Aún falta detener a los demás integrantes de esta organización que viene sembrando el terror en la zona de Comas, pero sería cuestión de días que se dé con la ubicación de los sicarios que acabaron con la vida de la estudiante de contabilidad Lucero Marcelo, así como del caso del suboficial William Ríos Cauti.

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