Caso Odebrecht: esta es la cronología entre la adjudicación de obras públicas y Westfield

La obra del proyecto Trasvase Olmos, el túnel que atravesó los andes para llevar agua desde las serranías de Piura hasta la costa de Lambayeque, muestra una interesante cronología

Sepúlveda no quiso dar declaraciones para Cuarto Poder. Foto: captura de TV
El empresario Gerardo Sepúlveda Quezada, amigo y exsocio de Pedro Pablo Kuczynski (PPK) que a finales del 2017 fue el involuntario causante de la casi vacancia del presidente peruano por los negocios de su empresa con Odebrecht, ha decidido que no vendrá al Perú para declarar ante la comisión del Congreso que investiga el caso Lava Jato. Solo declarará ante la Fiscalía, pero desde Chile. 
 
Parece que el empresario chileno prefiere evitar la exposición pública. Por lo menos eso es lo que ha ocurrido con Cuarto Poder, que desde hace cinco semanas le ha hecho diversos pedidos de entrevista, desde Lima y a través de la corresponsal de América Televisión en Santiago. 
 
 
En los últimos días del 2017, Cuarto Poder viajó a Santiago para intentar entrevistar a Gerardo Sepúlveda sobre los contratos que suscribieron con Odebrecht su empresa First Capital, y la de Kuczynski, Westfield Capital. Fueron contratos para obtener fondos con qué financiar los proyectos Olmos e Interoceánica. Hasta hoy las respuestas han sido incompletas e insatisfactorias, por ello, tras infructuosos intentos con sus asesores de imagen, buscamos al empresario en las oficinas de First Capital, en el corazón financiero de Santiago. La secretaria personal del empresario nos manifestó que Sepúlveda viajó fuera de Santiago esa mañana. Pero no había viajado, estaba en Santiago. 
 
Lo buscamos en su domicilio, ubicado en un exclusivo condominio a 40 minutos de Santiago, para indicarle que estábamos en la ciudad y para reiterarle nuestro interés por entrevistarlo. La corresponsal de América en Santiago, Victoria Walsh, también hizo lo propio. Pero la decisión de Sepúlveda era de no aparecer en televisión; solo en medios escritos. Y, en efecto, ese día, previo a la votación de la vacancia en Lima, aparecieron publicadas dos entrevistas en El Comercio, de Lima, y El Mercurio, de Chile. 
 
A ambos diarios Sepúlveda les dijo básicamente lo siguiente: 
  • Que en Westfiel Capital no recibió de Kuczynski una delegación formal de funciones cuando aquel asumió el premierato, y que solo fue una delegación de hecho.
  • Que como premier y ministro de Economía de Toledo, Kuczynski no conoció los contratos que firmó su empresa, Westfield, con Odebrecht
  • Que los acuerdos entre Odebrecht y el gobierno peruano eran ajenos a lo que ocurrió en el ámbito privado y en el mercado de capitales, donde First Capital y Westfield buscaron dinero para financiar Olmos y la Interoceánica. 
 
¿Cómo fue la relación entre Sepúlveda y Kuczynski? ¿Qué rol y nivel tuvieron? Un dato de interés lo ofrece el periodista chileno Ignacio Badal, del diario La Segunda, uno de los que mejor conoce la trayectoria de Sepúlveda.
 
Ignacio Badal 


Lo que hace Kuczynski en el año 93 es llevarse a Gerardo Sepúlveda como empleado de una empresa, como representante de un grupo suizo que se llama Schmidheiny.

Después del año 93 pasa alrededor de un año, un año y medio, y ellos salen de Schmidheiny, y Kuczynski crea su propia empresa, que es Westfield Capital. Y en Westfield Capital él se lleva a Gerardo también como empleado, como analista de desarrollo, si no me equivoco, era el cargo.

 
En el 2001 los caminos de ambos se separaron temporalmente. PPK fue designado ministro de Economía de Alejandro Toledo y Sepúlveda se independizó para fundar First Capital
 
Ignacio Badal 
Lo que él dice es que se independiza porque él cree tener el suficiente conocimiento y las suficientes vinculaciones, relaciones, ya tiene un currículo, tiene algo que mostrar, y cree que es capaz de asumir un tema como este, tomando en cuenta que ya llevaba varias operaciones financieras en el cuerpo.  
 
Gerardo Sepúlveda 
Mi prestigio en los mercados de capitales peruanos, en el período en el que yo fui activo en ese segmento, no era poco. Las AFP, los bancos, las compañías de seguro, sabían el tipo de estructuraciones, en un minuto del tiempo, cuando se estaban iniciando los proyectos de project finance en el Perú, que yo era capaz de diseñar y estructurar. Entonces, para las AFP era básicamente más atractivo que el producto viniese desarrollado por mí y con el soporte del Banco de Crédito que cualquier otra cosa. 
 
Eso dijo Sepúlveda en su entrevista con El Comercio. Pero, si para cuando firmó los contratos con Odebrecht para conseguir el financiamiento para Olmos y la Interoceánica, Sepúlveda ya tenía suficiente prestigio, ¿por qué entonces Odebrecht no contrató a First Capital, la empresa del prestigioso Sepúlveda, en lugar de hacerlo con Westfield, la empresa de Kuczynski?
 
Ya es conocido que Odebrecht hizo pagos a Westfield, cuando Kuczynski, el propietario, era ministro de Toledo. Pero es importante tener claro cuál fue el servicio que hizo Westfield para Odebrecht y qué se hizo, en paralelo, desde el gobierno que integraba PPK.  
La obra del proyecto Trasvase Olmos, ese túnel que atravesó los andes para llevar agua desde las serranías de Piura hasta la costa de Lambayeque, muestra una interesante cronología. 
 
  • En mayo del 2003 el gobierno central y el regional de Lambayeque lanzaron a concurso el proyecto. 
  • El 16 de febrero del 2004 Kuczynski fue designado nuevamente ministro de Economía por Toledo. 
  • Un mes después, 17 de marzo, Odebrecht y Westfield, además del BCP, suscribieron un acuerdo de asesoría en la estructuración financiera de Olmos y colocación de bonos para el financiamiento del proyecto. 
 
Por la asesoría para la estructuración de la emisión de acciones, Odebrecht le pagaría a Westfield US$ 75,000, y por la estructuración de la emisión de bonos, US$ 50,000, además de comisiones y honorarios de éxito. Pero esa no era la ganancia principal. 
 
Lo fundamental estaba en el punto 5 del acuerdo: “En caso Odebrecht no obtuviese la buena pro en el concurso para el otorgamiento de la concesión, el honorario a pagase se reducirá”. Los hechos dicen que el 17 de mayo, dos meses después del contrato con Westfield, el gobierno le dio la buena pro a Odebrecht para hacer el túnel y trasvasar el agua. 
 
El proyecto se financió, en parte, con US$ 77 millones de dólares que puso el Estado, sin retorno, y con bonos que emitió Odebrecht al mercado internacional, con la participación de Westfield, por US$ 100 millones. Con un decreto supremo firmado por Toledo, el premier Kuczynski y el ministro de Economía, Fernando Zavala, el gobierno respaldó esa emisión con US$ 400 millones, cuatro veces el precio de los bonos. 
 
Juan Pari – Expresidente Comisión Lava Jato (2015-2016)


“Un tema resuelto desde el lado privado entre Westfield y Odebrecht, se va al otro escenario público, donde se da la garantía bajo ese decreto supremo para que el negocio y la colocación de los bonos tenga efectividad. O sea, la relación entre lo resuelto en términos privados, pero, la participación y la decisión política en el lado público, donde el señor Kuczynski tuvo parte porque era premier y firmó el secreto supremo como premier”. 

Eso es en el caso de Olmos. En el caso de los tramos 2 y 3 de la Interoceánica Sur hay una historia similar. 

 
Como ya sabemos, el 4 de agosto del 2005 Proinversión, que presidía Kuczynski, firmó en tiempo récord el contrato para IIRSA Sur pese a los reparos de la Contraloría. 
El 24 de febrero se firmó la primera adenda para los tramos 2 y 3 de IIRSA Sur. Y el 16 de junio se suscribió la segunda adenda. 
 
Luego vino lo interesante: el 15 de junio se firmó el contrato entre Odebrecht y Westfield, para asesoría en la obtención de fondos para financiar la obra. 
Y aquí hay un hecho fundamental. Es en este contrato privado, y no antes, que se introduce por primera vez el concepto de Certificados de Reconocimiento de Pago de Deuda, los famosos CRPAO, certificados que serán posteriormente colocados en el mercado financiero internacional para obtener créditos y así financiar la obra. Según el mismo contrato, Westfield, la empresa del entonces primer ministro, se encargaría de “la evaluación, diseño, negociación e implementación de dichos CRPAO”.  
 
Juan Pari / Expresidente Comisión Lava Jato (2015-2016)
“Odebrecht encarga a Westfield y Westfield, de acuerdo al contrato, es el que diseña y negocia estos certificados. Lo resuelve en el lado privado, sin embargo, lo negocia en el lado público. ¿Y quién estaba en el lado público? ¿Con quién tenía que negociar? Con Proinversión, con el Ministerio de Transportes, y en un gobierno donde el señor Kuczynski era premier”.
 
 
Volvemos a los hechos. A los once días del contrato entre Odebrecht y Westfield, la brasileña y el gobierno peruano suscribieron la famosa tercera adenda, que incorporó al contrato principal la figura del CRPAO. Así, la idea pasó de lo privado a lo público. Y poco tiempo después, el gobierno emitió oficialmente los certificados CRPAO, que fueron adquiridos por el banco neoyorquino Merrill Lynch, que otorgó a cambio un crédito por 600 millones de dólares con el cual se financió parte importante de la gran carretera. Un éxito de operación. 
 
Sepúlveda, ya se ha dicho, no vendrá al país para declarar ante la Comisión Lava Jato que preside hoy la congresista Rosa Bartra. De mal rato en mal rato, así ha sido la performance del presidente PPK en este año y medio. El caso Westfield, su empresa, difícilmente le traerá buenos ratos, porque esta investigación recién está empezando. Y eso que todavía no habla Jorge Barata. 

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