Ayacucho: gastronomía, arte y turismo en los ojos del mundo
Chefs reconocidos como Gastón Acurio y Micha promueven Ayacucho como destino gastronómico y cultural. Domingo al Día conoció paisajes y turismo de naturaleza regional.
Hablar de Ayacucho es hablar de memorias, sabores, montañas y cultura que resuenan en cada rincón andino. En una apuesta por transformarse, esta región se proyecta como el próximo destino culinario y turístico del Perú. Invitados de alto perfil como Gastón Acurio y Micha llegaron hasta esta tierra para compartir su historia y sumarse al relanzamiento liderado por el Patronato Pikimachay. Mientras tanto, Domingo al Día recorrió sus senderos, ríos y miradores para descubrir el potencial natural que respalda esa ambición.

¿Qué contiene el movimiento Pikimachay?
El Patronato Pikimachay reúne esfuerzos de chefs, autoridades locales y emprendimientos regionales con un propósito: convertir Ayacucho en una vitrina nacional e internacional. Acurio y Micha, referentes de la gastronomía peruana, han decidido apoyar este impulso contando cómo lograron conectar productos locales con propuestas modernas. Su presencia no es simbólica: construyen puentes entre lo autóctono y lo global.
Los chefs compartieron la importancia de que productos como la mashwa, los tubérculos andinos y los granos nativos formen parte del recetario internacional. Micha aseguró que Ayacucho tiene esa materia prima y ascendencia cultural que puede transformar su identidad gastronómica.
¿Qué sabores descubrimos en Quinua?
Una hora desde Huamanga nos lleva a Quinua, pueblo de historia viva. En sus restaurantes emergentes, el plato de trucha frita llega con papas natales, ensalada criolla y la peculiar salsa “qapchi”, hecha con queso rocoto y cebolla china. Aunque lleva rocoto, no pica: es un sabor equilibrado que acompaña con suavidad.
Otro clásico es el cuy: sancochado y luego apanado en maíz morocho, servido con papas nativas, choclo y su porción de qapchi. Y, para los amantes del picante, el puca picante reinterpreta ingredientes ayacuchanos con chancho, panceta, tubérculos y ensalada cocida en betarraga y zanahoria. Cada plato es una historia de identidad, memoria y sabor.
¿Qué es el Muyuchi y por qué es importante?
Entre postres emerge el Muyuchi, un helado artesanal que conserva técnicas ancestrales. Hecho con leche, ajonjolí, pecanas, esencia de vainilla y clavo, su textura y sabor dependen del hielo semicongelado. En tiempos pasados solo se preparaba en Semana Santa, con hielos traídos del cerro Razuhuillca y envuelto en ichu para conservarlo durante días.
Hoy, familias mantienen esa receta y la comercializan como producto distintivo de Ayacucho. Es más que un postre: es legado, patrimonio y narrativa comestible.

¿Cómo late el arte local en Ayacucho?
La cultura Wari resuena en talleres artesanales de modelado, moldeado y torneado. En Quinua, el clan Limaco trabaja la cerámica con técnicas heredadas. El padre enseña al niño. Las manos moldean arcilla que revive formas milenarias. En otros rincones, los artistas recrean iconografía ancestral con moldes de yeso, con torneos eléctricos o a mano alzada.
El resultado son piezas utilitarias y decorativas que dialogan con el paisaje ayacuchano: colores, líneas y memorias se funden en cada objeto.
¿Qué naturales recorrimos con Domingo al Día?
El Cañón de Qorihuilca aparece como horizonte indómito: desciende casi 50 metros entre paredes pétreas, grutas de sombra y misterios cavernarios. El sendero exige cuidado: temperatura helada, terreno escarpado, pasos aislados. Pero al final, el silencio emociona.
El mirador Inti Warkuna ofrece panoramas que se viralizan en redes: puentes colgantes, vista panorámica de Huamanga, lunas y soles que abrazan valles. Allí nos contaron del ritual del pagapus, pequeñas ofrendas al cerro como gesto de gratitud y cuidado ancestral.
Y no solo montañas. El arte del Chacco en Tintaypampa convoca a centenares de personas para arrear vicuñas según ritual ancestral. Es espectáculo, tradición y vínculo con la Pachamama.
¿Qué significan estos esfuerzos para Ayacucho?
El relanzamiento no depende solo de promesas, sino de la articulación concreta: chefs con propuestas globales, emprendedores que rescatan recetas y municipios que abren rutas. La gastronomía puede ser vocación; el arte, fuente de identidad; el turismo, músculo del desarrollo.
Ayacucho muestra que no necesita renunciar a sus raíces para seducir al mundo. Puede ser lo que siempre fue: tierra de memoria, de palabra tallada en cerámica, de sabores contundentes, de panoramas que laten. El reto es mantener el equilibrio: recibir visitantes, pero conservar su esencia.

• El Patronato Pikimachay impulsa Ayacucho como destino cultural y gastronómico.
• Chefs Gastón Acurio y Micha promueven productos locales y visibilidad.
• En Quinua destacan trucha con qapchi, cuy apanado y puca picante.
• El muyuchi revive tradición ancestral como postre distintivo.
• Talleres artesanales cultivan arte Wari con manos locales.
• El cañón y miradores revelan paisajes olvidados.
• El Chacco aporta vínculo cultural y naturaleza viva.











