Alias El Monstruo: PNP ya tendría ubicación en el extranjero del peligroso secuestrador

Además, Domingo Al Día accedió, en exclusiva, a nuevos chats que revelan los ataques que ordenó contra cómplices de su rival, el delincuente detenido, alias El Jorobado

Alias El Monstruo: PNP ya tendría ubicación en el extranjero del peligroso secuestrador - Foto y video: América Noticias

Alias El Monstruo, el prontuariado delincuente que amenaza a toda Lima norte, revela su verdadera cara no solo a través de audios o videos. Coordina y ejecuta asesinatos mediante chats a sus principales enemigos que juraron lealtad al jorobado. Una pugna y guerra sin cuartel por la hegemonía en el cobro de cupos de construcción civil.

Hace una semana, Domingo Al Día reveló, en exclusiva, los audios más aterradores de una voz que, al margen de la ley, busca ocupar cada espacio, cada negocio, cada obra de construcción civil o tomar cualquier vida para aumentar los billetes que caen en sus arcas criminales.

Sí, el 'Chinito de Belaunde' o como también se le conoce con el alias del 'Monstruo' vuelve a dar señales de su paradero, pero esta vez no en Lima norte que sigue bajo asedio en una pugna interna. Porque la policía ya sabe dónde se encuentra con cada paso que dio para fugarse del país y llegar al lugar donde siente que estará seguro.

Erick Luis Hernandez Moreno empezó su escalada de la muerte con robos de camionetas de alta gama. Así se ganaba la confianza y el respeto que compartiría con Adam Smith Lucano Cotrina, alias el jorobado. Un sujeto que es señalado por la policía como el responsable de tantas muertes en el círculo vicioso de los cupos y la extorsión.

En ambas bandas criminales surgía la necesidad de aquella siniestra alianza. Sin imaginar que tiempo después se forjaría una enemistad por quien se llevaría la mejor tajada. Tanto el monstruo como el jorobado se disputan desde hace varios años los distritos de Comas, Carabayllo e Independencia.

Una fotografía es crucial. Según el trabajo de inteligencia de decididos detectives, El Jorobado tenía a su séquito de feroces seguidores que se reunían en billares de comas donde no faltaba la buena música y el alcohol. El hombre de polo negro es Kevin Nocochea Veliz, un expolicía que perteneció a las filas de la región policial Callao. Todos lo conocen como tiburón.

La línea que siguen las investigaciones es que él sería el nexo para saber cualquier operativo en contra del jorobado. El sujeto de gorra blanca es un ciudadano extranjero venezolano. Kendrix José Beceira, principal gatillero que no le tiembla la mano al recibir órdenes del patrón. En el medio y con una sonrisa ingenua está el sanguinario Sami Alexander Mundaca Lucero. Ser parte de la organización del jorobado tenía grandes beneficios, pero también firmarían su sentencia de muerte. El último 9 de febrero, Sami Mundaca recibió cerca de 14 disparos.

Son los chats a los que Domingo Al Día tuvo acceso y en los que se revela el accionar de alias El Monstruo mandando a silenciar a todos sus enemigos. Para él, 'colaborar' significa la traición al volverse parte de su organización y darle la espalda al jorobado.

Una balacera que terminó con el policía en retiro herido. Falta poco para dar con el paradero de alias el tiburón. Nuevamente, alias El Monstruo se asegura de que su sicario haya cumplido con su tarea.

Es en ese momento donde aprovecha armándose de valor en hacer una videollamada al mismísimo secuestrador de secuestradores y le asegura que vengará la muerte del Sami Mundaca.

Pero lo que este ranqueado delincuente no sabe es que la policía ya sabe donde ubicarlo así haya traspasado nuestras fronteras. Porque ya se sabe a donde viajo y con quienes. A uno de los barrios más convulsionados de Buenos Aires, en Argentina.

Entre tantas viviendas, una pegada a la otra. Porque sería más difícil encontrarlo en un enjambre de cemento. Tiene hasta resguardo por dos ciudadanos peruanos y dos argentinos. Así se mantiene el cabecilla de los injertos del cono norte.

Lima norte no puede seguir bajo la amenaza latente de grupos de cobardes delincuentes que nunca darán la cara. Que ponen como escudos las armas de largo alcance. Que amenazan a prósperos empresarios o incluso amenazan a alcaldes.

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