Joven baleado en San Juan de Lurigancho al borde de la muerte

Eran mejores amigos, pero uno de ellos disparó al otro,  3 veces,  una bala rosó el rostro,  el brazo y la otra impactó en el  cerebro, según su propio testimonio, porque la víctima le pidió un beso.

Luis Enrique Cruz Aranda, su primo Jair,  su mejor amigo Jesús, y el Bembas, como así lo conocen, llegaron a una pequeña vivienda inhabitada  y de ahí partir a una fiesta, pero al final prefirieron tomar un jugó que todavía permanece en la mesa, y quedarse conversando  y jugando con sus celulares dentro de esta habitación.

La silla en el suelo y las gotas de sangre demuestran que Luis recibió el primer impacto dentro de la casa, y según su propio primo  que había estado unas horas antes en la misma habitación, el impacto final se efectúo  en la parte trasera de la casa.

Según varios vecinos, Luis Enrique Cruz llegó  a gritar por ayuda, pero de pronto, solo se escuchó silencio en el Cerro de la Urbanización Santa María en  San Juan de Lurigancho. Un primo que vive por la zona  no dudó en caminar con  dirección  al depósito para saber que pasaba, encontrándose en el camino con Jesús y el “bembas” quienes estaban por fugar, pero terminaron confesando  lo sucedido.  Jesús era  el autor de los disparos, según él,  por qué Luis Enrique quiso robarle un beso.

Cuando los jóvenes reaccionaron lo cargaron y lo llevaron bañado en sangre de emergencias al Hospital.

Ahora Luis Enrique se encuentra en cuidados intensivos en el Hospital Hipólito Unanue, y cada minuto las esperanzas se van apagando.