¿Hasta qué edad puedo bañarme con mi hijo?

Los especialistas te explican qué actitudes debes tomar en cuenta en tus hijos y qué preguntas se pueden dar en términos de desnudez y privacidad

¿Cuándo uno debe dejar de mostrarse desnudo o desnuda ante los hijos?
¿Cuándo uno debe dejar de mostrarse desnudo o desnuda ante los hijos?

Probablemente te has cuestionado, como padre o madre, cuál es la edad en la que debes dejar de bañarte con tus hijos, es decir, dejar de mostrarte desnudo o semidesnudo ante ellos, así como también empezar a darles su privacidad. 

Lo primero que debes saber es que la desnudez tiene relación con diversos factores, ya sea culturales, familiares, religiosos, entre otros. Cada familia o comunidad va a tener un concepto distinto relacionado con la desnudez e intimidad. 

Pero, ¿hasta qué edad mi hijo puede verme desnudo?

De acuerdo al Dr. Gustavo Rivara, pediatra, esto se determina desde que ya existe una sensación de incomodidad, tanto de los niños hacia los padres o de los padres hacia los niños.

“Donde haya una mirada de vergüenza, ese es el momento de parar, que generalmente este momento se va a dar entre los 4 y 5 años de edad, indica el especialista en un video publicado en sus redes sociales.

Sin embargo, en términos generales, los padres deben estar atentos a las preguntas y actitudes que muestran sus hijos. Por ejemplo, cuando se ocultan o se muestran avergonzados

Es necesario, como padres, entender que la desnudez es algo natural, pero también lo es la privacidad de cada niño, así como también de cada adulto.

Por su parte, Christian Martínez, psicólogo y sexólogo, mencionó a ÚtileInteresante.pe que es importante aprovechar estas situaciones en donde nacen preguntas son un tema de educación sexual y reconocimiento del propio cuerpo del niño o niña.

“Hay familias donde es normal que el papá ande desnudo o en calzoncillo, y la mamá en sostén o el papá y los hijos se bañan juntos. Eso es lo más natural, hay que normalizar la sexualidad”, agrega.

Es decir, en este proceso donde el niño asocian características de su cuerpo al de su madre o padre, así como también hace distinciones entre el cuerpo de ambos y se plantea preguntas en torno a su sexualidad que necesitan ser respondidas de manera coherente.

“Los problemas nos hacemos nosotros como adultos. Creemos que si les hablamos de esto, van a iniciar su vida sexual. Es como que si les hablo de drogas, se van a volver drogadictos. No hay ninguna asociación en ello”, finaliza Martínez. 

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