A las 8:30 de la noche, según la hora local del país, las luces se apagaron, pues decenas de ciudades alrededor del mundo conmemoraron la Hora del Planeta.
Francia fue uno de los primeros países en sumarse a la causa organizada por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) ante cientos de turistas.
La Torre Eiffel se oscureció, no muy lejos en la Plaza de San Pedro, en la ciudad del Vaticano, el ambiente fue similar. El Coliseo Romano también se vio sumido en la oscuridad durante sesenta minutos.
En Chipre, para reemplazar la electricidad, un grupo de activistas climáticos encendió velas en la capital. India y Tailandia no se quedaron atrás con sus importantes monumentos despidiéndose de la luz.
Este movimiento mundial inició en 2017 con el objetivo de unir a las personas para tomar medidas sobre cuestiones ambientales y proteger al planeta
El evento ha crecido desde sus inicios cuando se animaba a los hogares a apagar las luces durante una hora con la participación de lugares famosos en varias capitales del mundo cada último sábado de marzo.
