'Comando Vermelho' controla la ruta del tráfico de cocaína entre Perú y Brasil

Un agente de la Dirandro se recupera de las heridas de bala que sufrió tras enfrentar al Comando Vermelho, una peligrosa banda brasileña que opera con impunidad en territorio peruano

Video: Cuarto Poder

Santos camina con dificultad. Se toma el vientre como si temiera un terrible desenlace con cada paso. El dolor es intenso, lo abruma, pero no se deja vencer y saca fuerzas de dónde no hay.

Santos ha regresado de la muerte. Hace 31 días una bala le perforó el cuerpo de lado a lado. El proyectil ingresó como una serpiente caliente a la altura del abdomen y salió por la espalda. Ocurrió durante una misión policial en la selva, cerca de la frontera con Brasil, en la región Ucayali.

Santos yacía en el suelo, desangrándose, en medio de un incesante intercambio de disparos con integrantes del Comando Vermelho, una de la más grande y organizada banda criminal brasileña que desata el terror en su país, y que ahora busca asentarse en el Perú para dominar el narcotráfico en la selva de Ucayali.

Santos Febre Chiquihuanca es suboficial de segunda de la policía y trabaja en la dirección antidrogas, la Dirandro. Semanas después de haber sobrevivido de milagro, nos recibió en Pucallpa junto a toda su familia. Tiene una pequeña hija de cinco años, y Yessira, su pareja, lleva seis meses de embarazo.

Santos tiene 10 años en la policía. Es un agente diestro y especializado. Es instructor de operaciones en la selva, en el manejo de armas, también en operaciones helitransportadas y en patrullaje. Ha llevado cursos de líderes de combate en unidades pequeñas en Estados Unidos. Aquí lo vemos junto a uno de sus instructores.

Pero a pesar de su preparación, a este policía le tocó enfrentarse con una banda criminal que llega desde Brasil, con armas sofisticadas y mucha crueldad.

La información de inteligencia había confirmado un secreto a voces al interior del comando de la Policía y las Fuerzas Armadas. El peligroso comando vermelho de Brasil había establecido una ruta de trasteo de cocaína a través de los llamados mochileros, desde el río Abujao en Ucayali hasta la frontera con Brasil, una inhóspita y lejana zona de nuestro país.

El objetivo policial era capturar a quienes transportan la droga y sus escoltas.

Para esto las patrullas de la Dirandro se trasladaron hasta la localidad de Canta Gallo, donde ese encuentra la Unidad Militarizada de Asentamiento Rural Número 3 del Ejército, ubicada en el distrito de Maisea en el límite fronterizo con Brasil. Desde ahí, los policías caminarían durante horas por la selva virgen hasta interceptar a los mochileros.

Esta es la patrulla de Santos, caminando durante la misión policial. Van con dirección a la quebrada San Joaquín.

Se desata el infierno en solo segundos que parecen interminables. Santos cae al piso, quiere incorporarse, pero no puede. Quiere repeler el ataque, pero no logra entender por qué su cuerpo no responde.

Aquí se puede ver cuando Santos es atendido por sus compañeros. Son imágenes de ese momento de caos absoluto. Están a más de 7 horas de camino a la base del ejército más cercana. Cualquier cosa puede ocurrir.

Este policía está vivo gracias a la ayuda de sus compañeros. Ellos decidieron evacuarlo por aire. Aquí se observa cuando está siendo estabilizado sobre una improvisada camilla.

Su impresionante resistencia por el amor a su familia, lo mantuvo estable. En Pucallpa un grupo de médicos hizo el resto.

El ataque perpetrado por el Comando Vermelho de Brasil contra la patrulla de Santos Febre no fue el primero ni será el último. Esta banda criminal engendrada en una prisión de Río de Janeiro en los años 70 ya controla las rutas de cocaína en la frontera de Perú y Brasil a través de los llamados “cargachos” o mochileros.

Pese a los esfuerzos de la Dirandro, la lucha contra el narcotráfico en esta alejada zona de nuestro país se hace muy difícil y por lo tanto los avances no son significativos.

Santos es un sobreviviente de esa guerra contra el Comando Vermelho. Es hora de dejarlo junto a su familia. Un bebé viene en camino. Para este policía es la esperanza de que las cosas cambien un poco más en esta parte del país. Ahora le toca recuperarse por completo para volver a encontrarse con sus compañeros que lo esperan en la primera línea de combate para seguir luchando contra el narcotráfico.

Relacionadas