Callao: Así fue la caída del sicario acusado de acribillar a un padre de familia y su hija de 4 años

Jarickson Rossel Burgas es señalado como el autor del doble crimen e integrante de una banda delictiva del Callao que dirige el cobro de cupos de construcción civil en el megapuerto de Chancay

Foto y video: América Noticias

La policía ha capturado a un avezado delincuente de tan solo 18 años, quien habría asesinado a un padre de familia y a su menor hija de solo 4 años en mayo de este año. El presunto sicario sería integrante de una banda criminal del Callao que apunta al cobro de cupos de construcción civil como el megapuerto de Chancay.

Una de estas mentes del hampa responde al nombre de Jarickson Enrique Rossel Burgas. A sus 18 años tiene un rosario de actos que constan en los archivos policiales.

A los 15 años fue retenido por robo agravado, a los 16 fue considerado como infractor por tráfico ilícito de drogas y tenencia de armas con explosivos. Pero sus mensajes son claros, si quieres ser considerado parte de la mafia tus manos se tienen que llenar de plomo.

Los sicarios que aparecieron camuflados por la noche del pasado 12 de mayo. Le dispararon en su frágil cabecita. Acribillaron a toda su familia. El objetivo era Israel Lojas Viera, según la policía, por el círculo vicioso de cobro de cupos en obras de construcción civil.

Israel prestaba servicios de seguridad de algunas obras en primer puerto y Maricielo era secretaria de una empresa privada. Vivían en el jirón Saloom en el callao.

Como todos los días realizaban sus paseos y compras. Israel tenía en brazos a su pequeña, su verdugo tenía la clara intención de acabar con todos a su paso. 14 casquillos de bala en una escena de terror.

Cuando la policía empieza con la búsqueda de los dos gatilleros de este lamentable hecho de sangre. Se dan con la sorpresa que uno de los sicarios tenía 17 años, el cruce de información con testigos lo vinculaba a una peligrosa banda conocida como Los Bandidos del Mal.

Un arma de fuego con municiones, 200 pacos de marihuana, tres motocicletas y una granada de guerra. Si es el mismo rostro desenfrenado, el que hoy ya con mayoría de edad es sindicado como el verdugo de Israel Lojas y su menor hija de tan solo 4 años.

Una mirada que crucifica sus más oscuros secretos por el perdón que espera recibir hasta el último aliento. Cada tatuaje revela más de una intención como las balas infinitas que siempre dispara su glock. El dinero que ruge como fiera salvaje cada vez que el patrón ordene un trabajo.

Este desafiante sujeto que manda besos a la policía, a todo aquel que le impida continuar su ascenso del mal. Y no deja de reírse por las esposas que lo alejan de su libertad en medio de los ajustes de cuenta en construcción civil.

Pero las obras de losas deportivas, de desagüe y alcantarillado o de muchas viviendas en el cobro de cupos, son solo sus más recurrentes fuentes de ingresos para abastecerse de armas y granadas.

Un ambicioso proyecto, que pretende de manera estratégica reforzar los lazos comerciales entre el Perú y el continente asiático. Valorizado en más de 3 600 millones de dólares. Todos los grupos armados quieren su tajada o como dicen ellos, repartirse el pastel.

Para saborear sus más siniestros planes diseñan un sistema criminal que involucran a los más vulnerables. Atrás quedaron los viajes sumergidos en adrenalina pura al rugido de su moto, las lujosas prendas con calzados que más lo revisten en sus redes sociales. Siempre venerando su más acérrima herramienta de faenas y los relojes que se ganó a punta de bala.

Pero aun el capítulo no se cierra en medio de la búsqueda de su cómplice encuentre donde se encuentre será capturado.

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