
Le diagnosticaron cáncer terminal a los 27, fue mamá y se graduó con honores en EE.UU.

Meghan Markle volvió a estar en el centro de la polémica tras la publicación de un video íntimo donde aparece embarazada, bailando junto al príncipe Harry el día del nacimiento de su hija Lilibet. La grabación, compartida el pasado 4 de junio por Markle en Instagram, generó comentarios mixtos en redes, pero destaca mucho el odio.
En el clip, grabado en una habitación de hospital, se ve a la duquesa de Sussex, de 43 años, bailando al ritmo del “Baby Momma Dance Song”. Aunque desactivó los comentarios en Instagram, usuarios en otras plataformas la calificaron de “cringe” y reavivaron teorías conspirativas sobre sus embarazos.
Christopher Bouzy, amigo cercano de Markle y empresario tecnológico, denunció la “crueldad y el acoso conspirativo” que ella enfrenta desde hace años. “Es enfermizo”, declaró a Newsweek. “Convertir momentos felices y vulnerables en munición para el odio es inhumano.”
El caso también generó reacciones de figuras públicas como Candiace Dillard, estrella de The Real Housewives of Potomac, quien criticó duramente a los detractores. “A los nueve meses yo hacía sentadillas y caminaba kilómetros. Solo odian que una mujer negra se haya casado con un príncipe blanco”, escribió en redes.
Markle ha hablado abiertamente sobre su salud mental y pensamientos suicidas, lo que hace aún más preocupante el impacto de estos ataques.
Bouzy concluyó: “Estas teorías no solo dañan a Meghan y Harry, también distorsionan nuestra percepción colectiva de la realidad y la empatía”.