Médico de Matthew Perry y el caso ketamina: Todo lo que se sabe hasta ahora

La muerte de Matthew Perry continúa arrojando nuevas revelaciones que conmocionan a la industria del entretenimiento. El médico Salvador Plasencia, uno de los principales sospechosos de haberle suministrado ketamina ilegalmente al actor, aceptó declararse culpable por distribución de esta sustancia controlada. La decisión fue confirmada este lunes 16 de junio por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, que indicó que el acusado enfrentará una pena de hasta 40 años en prisión federal.

Plasencia, quien no fue el responsable directo de proporcionar el frasco letal, sí mantuvo un rol activo en el consumo descontrolado de ketamina por parte del actor. De acuerdo con la fiscalía, entre septiembre y octubre de 2023 el médico entregó 20 frascos del anestésico en un lapso de 15 días. En algunos casos, incluso se desplazó personalmente al domicilio de Perry para administrarle la droga o entregársela a su asistente. “Me pregunto cuánto va a pagar este idiota”, escribió Plasencia en un mensaje de texto recuperado durante la investigación, revelando una actitud negligente y lucrativa ante el deterioro del actor.

Una red de médicos, asistentes y traficantes: cinco implicados por la muerte de Perry

El caso no se limita a un solo responsable. Las autoridades estadounidenses informaron que al menos cinco personas están siendo procesadas por su implicación en la muerte del actor de Friends, quien fue hallado sin vida en su casa de Los Ángeles el 28 de octubre de 2023. La autopsia concluyó que murió por una sobredosis accidental de ketamina, una droga que consumía como parte de un tratamiento supervisado contra la depresión, pero que luego usó sin control médico.

El doctor Mark Chavez, quien suministraba ketamina a Plasencia, también aceptó su culpabilidad y podría ser condenado hasta a 10 años de cárcel. Además, se encuentra procesada Jasveen Sangha, conocida como la “reina de la ketamina” en Hollywood. Esta mujer, de doble nacionalidad estadounidense y británica, habría vendido el frasco que terminó con la vida del actor. Aunque se declaró no culpable, enfrenta cadena perpetua. También están involucrados el asistente personal de Perry, Kenneth Iwamasa, y un intermediario, Eric Fleming, quienes ya admitieron su participación en el suministro ilegal de drogas.

Perry había sido abierto respecto a sus luchas con la adicción. En sus memorias Friends, Lovers and the Big Terrible Thing, confesó haberse sometido a 65 tratamientos de rehabilitación y haber gastado más de 9 millones de dólares en el intento de mantenerse sobrio. “Debería estar muerto”, escribió en una de las frases más crudas de su autobiografía.

“El Dr. Plasencia se benefició de manera directa y peligrosa de la lucha de Perry contra la adicción”, afirmó el Departamento de Justicia en su comunicado.