¿Qué puede hacer un policía si estás manejando ebrio?
Dependiendo de los daños ocasionados, según la ley, las sanciones pueden ir desde la cancelación del brevete hasta la pena privativa de libertad
Manejar bajo los efectos del alcohol es de por sí un delito muy grave, no solo porque se pone en riesgo la vida propia, sino porque también puede involucrar a personas inocentes.
Por ello, de acuerdo al Decreto Legislativo N°1194, que regula los procesos de flagrancia en diversos delitos, para el caso de manejo en estado etílico, la Policía Nacional y las autoridades correspondientes actuarán de la siguiente forma:
1. Durante una intervención, el policía de tránsito realiza una prueba de alcoholímetro, el cual va a determinar si la persona ha bebido licor. Si este da positivo, el conductor será detenido.
2. En la comisaría se ordena una prueba de dosaje etílico en algún policlínico autorizado por la ley. Si el resultado de sangre indica más de 0.5 gramos de alcohol por litro, es considerado un delito “Peligro Común”.
3. El caso es trasladado a la Fiscalía, para que un fiscal de turno determine la gravedad del delito en plazo máximo de 24 horas y un juez dictará una sentencia.
4. Dependiendo de la comisión del delito, se dictará una sentencia de pena privativa de libertad (cárcel), una multa o cancelación del brevete sin excepción alguna.
Asimismo, las consecuencias dependiendo de los antecedentes del conductor también se verán reflejadas en la sanción. Es decir:
- Si el conductor no tiene antecedentes, ni ha ocasionado daños, estará detenido por 24 horas y su brevete se suspende por un rango de 3 años.
- Si es que el conductor tiene antecedentes, es detenido automáticamente con cárcel por un tiempo que el juez determine.
- Si el conductor causa daños a terceros, el juez sentenciará en todos los casos cárcel y el plazo de prisión se encontrará entre los 4 y 15 años y se pierde el brevete de por vida.
¿Qué pasa si una persona se resiste a ser detenida?
Si se presentan reacciones violentas, el policía de tránsito tiene la autoridad de detener a la persona, reducirla y llevarla enmarrocada ante la comisaría por desacatar una orden y se le genera una denuncia por el delito contra la seguridad pública.