¿Qué efectos padece un niño que está mucho tiempo con el celular?
¿Cuál es la edad correcta? Un especialista te explica cómo regular el tiempo de uso de pantallas en niños, sea celular o televisión, y los efectos nocivos para ellos
La exposición a la televisión o celulares en niños pueden resultar una actividad bastante agradable para ellos e incluso convertirse en una solución rápida ante la falta de tiempo o impaciencia de los padres; pero tienen efectos nocivos para su desarrollo cognitivo, especialmente en infantes.
Puede parecer que uno tiene el control del tiempo de los hijos que usan pantalla, pero la exposición dañina va más allá de la duración, sino que también involucra el tipo de contenido y momento ideal. Porque la idea no es batallar con la prohibición, sino con la regulación.
¿A qué edad un niño nunca debe ver un celular o la televisión?
En conversación con ÚtileInteresante.pe, Cristian Mejía, Jefe de la Carrera de Terapia de Lenguaje de la U. Cayetano Heredia Terapeuta, señala que no se recomienda darle pantallas de ningún tipo a niños menores de dos años.
“La Organización Mundial de la Salud (OMS) y las entidades de pediatría a nivel mundial recomiendan no darle ni celular, ni tablet, ni siquiera la televisión antes de los dos años”, indica.

¿Cuántas horas puede usar el celular un niño pequeño?
De acuerdo al terapista Mejía, los primeros cinco años de vida son cruciales para el desarrollo cognitivo de un menor; por lo que se entiende que es la etapa donde también se despierta la curiosidad.
Por ello, el tiempo de uso de pantallas en niños de 2 a 5 años con 11 meses, que es la etapa donde se termina la adquisición lingüística de todos los seres humanos, es de una hora diaria como máximo y de manera supervisada.
“Sin embargo, en el Perú y en diversos lugares de Latinoamérica, los niños pasan con la pantalla más de 2 horas diarias, incluso hasta 3 horas, lo que está duplicando y triplicando el tiempo”, asegura.
¿Cuáles son los efectos de que un niño esté mucho tiempo con el celular o televisión?
Si en los primeros años de vida un niño pequeño está expuesto al celular o la televisión prendida durante toda la tarde o en un periodo de horas, sin supervisión ni control, estas pueden ser las consecuencias:
- Disminución de la concentración
- Deterioro de la atención a nivel auditivo
- Bloqueo de aprendizaje sensorial que debe tener el sistema nervioso central, principalmente en los dos primeros años
- Adquisición de un vocabulario inadecuado y problemas de lenguaje
- Problemas a la visión por el exceso de pantallas
¿Cuál es la edad mínima para tener contacto con pantallas?
“Puede ser a partir de los tres años, pero nosotros tenemos que guiarle a nuestro hijo qué ver, cuánto tiempo ver y cómo verlo. La pantalla que tal vez más se recomienda es la tele porque con el celular los niños ven de muy cerca y se pueden caer”, recomienda Mejía.
Asimismo, el especialista sugiere proponer contenidos que tengan un propósito educativo, así como también es importante regular el tiempo entre 20 minutos a una hora.

¿Cómo se desarrolla el lenguaje de un niño y cómo afecta el uso de pantallas?
- Al año y medio, un menor ya debe poder ser capaz de mostrar una sonrisa social, responder a miradas y tener la intención de hacer sonidos o soltar sílabas.
- A los 2 años, ya comienza a decir palabras y a los tres años, el niño debe haber formado hasta 500 palabras para hablar y con ello desarrollar frases y oraciones.
- De 4 a 5 años, el niño comienza a mejorar su pronunciación y tiene la intención de debatir e intercambiar ideas.
- A los 5 años con 11 meses, ya pronuncia bien todo y puede tener una conversación fluida, hacer una exposición y preguntar. Además, es capaz de pronunciar la R, la S y todos los sonidos necesarios para entablar una comunicación.
“El niño tiene que llegar a la primaria preparado a nivel lingüístico. Si no llega, preparado a nivel lingüístico va a tener problemas de comprensión, de atención, no va a entender lo que lee y eso es lo que está pasando hoy en día”, agrega Mejía.
Señales de problemas de lenguaje en niños
“Si a los 3 años de edad el niño no dice frases, oraciones o no habla, me tengo que preocupar. De 2 a 3 es un golpe lingüístico para el desarrollo, es exponencial. Si al niño de año y medio, lo llamo y no me responde, me tengo que preocupar”, agrega.
El especialista asegura que estas son señales de problemas de lenguaje suficientes para acudir con un profesional y sobre todo que debe ser tratado de forma oportuna para evitar situaciones más complicadas de resolver en el desarrollo del niño.
Recomendaciones para evitar las pantallas en niños
1. Deja que se aburra de la forma correcta
Es normal que un niño tenga tiempos de aburrimiento y ante ello es importante encontrar actividades socio comunicativas que promuevan un desarrollo cognitivo ideal.
“En esta nueva generación, el aburrimiento lo han asociado a resolverlo con tener algo digital. Hay que dejarlos desarrollar habilidades motoras, comunicativas, confianza, autoestima y en un lugar físico, en donde no hay pantallas, con más niños”, sugiere Mejía.
2. El juego por encima de las pantallas
Un maletín didáctico y práctico al cual se pueda recurrir para utilizar recortables, plastilinas, colores, etc., con los cuales el niño pueda interactuar y jugar con los grandes o pequeños. Las actividad sensoriales son claves en los primeros años de vida.
3. El aprendizaje nace primero de lo sensorial
“Si yo quiero que mi hijo tenga la noción de cualquier vocabulario, él tiene que tocar. Por ejemplo, con el vocabulario de alimentos. Le pongo una canción de alimentos (en el celular o TV) vs. preparar una ensalada de frutas, que lo huela y aplaste. Tendrá otra experiencia a nivel visual, auditiva, olfativa, gustativa a la hora de aprender”, asegura el terapeuta.
4. Colaboración y coordinación entre padres, familia y amigos
Los niños aprenden desde la imitación también. Si los padres almuerzan con el celular en mano, será un patrón que también adquirirá el menor. Es importante actuar con el ejemplo y con normas hacia nuestros familiares, amigos y otras personas involucradas en su cuidado.
De igual forma, se recomienda la coordinación entre papá y mamá para tomar decisiones en conjunto frente a las pantallas y establecer un orden como equipo en casa. Así se logra el objetivo de que toda la familia participe en la rehabilitación o cambio de hábitos.
5. Buscar ayuda y asesoría profesional
“Si ya estamos teniendo problemas de lenguaje, llevarlo al terapeuta de lenguaje. Si vemos problemas de conducta, llevarlo al psicólogo. Ser padres presentes, preocupados, responsables”, resalta Mejía.










