Hoy:

    Trump cierra las fronteras a Cuba, Venezuela y 17 países

    Donald Trump firmó una orden ejecutiva que impide el ingreso de ciudadanos de 19 países. Cuba y Venezuela figuran entre los más afectados. Caracas rechaza lo que califica como “persecución injustificada”.

    Foto y video: Canal N

    La nueva orden migratoria firmada por el presidente Donald Trump bloquea total o parcialmente el ingreso de ciudadanos de 19 países. Entre ellos destacan Cuba y Venezuela, que enfrentan ahora mayores restricciones para acceder a territorio estadounidense.

    ¿Qué justifica el nuevo veto migratorio?

    Trump aseguró que el reciente ataque contra manifestantes judíos en Colorado, presuntamente cometido por un extranjero sin papeles, evidencia los riesgos de permitir la entrada de personas sin verificación. “No los queremos”, dijo el mandatario al anunciar la orden, que se extiende por seis meses.

    El texto oficial señala que estos países representan un “peligro para la seguridad nacional” por no cooperar con las autoridades migratorias o por no contar con documentación confiable para verificar antecedentes penales.

    ¿Quiénes están en la lista y qué implica?

    La orden incluye 12 países con prohibición total —como Irán, Haití, Sudán y Libia—, y otros siete con restricciones parciales. Cuba está en esta última categoría, mientras que Venezuela figura por supuesta falta de autoridades creíbles para emitir pasaportes válidos.

    Según Trump, la “intensidad de las restricciones” depende de la amenaza detectada y la lista podrá ser modificada si emergen nuevos riesgos globales.

    ¿Cómo respondió Venezuela?

    Diosdado Cabello, ministro del Interior de Venezuela, rechazó la medida a través de su programa televisivo. “Estar en Estados Unidos es un gran riesgo para cualquier persona”, sostuvo, y consideró la decisión como una persecución política encubierta.

    Este nuevo veto revive tensiones similares a las vividas en 2017, cuando Trump aplicó un bloqueo migratorio a países de mayoría musulmana. Hoy, con una campaña presidencial en curso, el discurso de mano dura vuelve a ocupar el centro de su agenda exterior.

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