Starship explota tras llegar al espacio en nuevo intento fallido

El megacohete Starship, desarrollado por la empresa SpaceX de Elon Musk, explotó luego de completar una parte crucial de su noveno vuelo de prueba. La nave había despegado con éxito desde la base de lanzamiento en el sur de Texas, superando con eficiencia las etapas de ignición, ascenso y separación de módulos. Sin embargo, perdió el control al momento de reingresar a la atmósfera terrestre y terminó estallando sobre el océano Índico.

El sistema de navegación mostró fallos cuando la nave comenzó a girar sin rumbo claro. Según informó la compañía, la explosión fue resultado de una fuga en el sistema de combustible que provocó una pérdida de presión en el tanque principal. La empresa calificó el evento como un “desmontaje rápido no programado”, eufemismo que suele emplear para referirse a incidentes que derivan en destrucción de la nave.

A pesar de este desenlace, SpaceX consideró el ensayo como una prueba positiva. En palabras del propio Elon Musk, la misión logró etapas que no se habían completado en ensayos previos, como la llegada al espacio y la activación del apagado programado de motores. Para el multimillonario, el objetivo es acumular datos que permitan perfeccionar cada nuevo lanzamiento.

Starship es considerada una pieza clave para los futuros planes de exploración espacial, tanto de SpaceX como de la NASA. Está proyectada como el vehículo que transportará humanos a la Luna en el programa Artemis y eventualmente a Marte. En esa línea, los fallos reiterados, aunque esperados, mantienen en observación el cronograma de desarrollos futuros.

Este nuevo incidente marca la tercera prueba fallida del cohete en lo que va del año, aunque con avances notables en comparación a las anteriores. Los ingenieros de SpaceX ya han anunciado que continuarán con nuevos lanzamientos en los próximos meses, manteniendo su política de aprender sobre el terreno. La empresa destacó que cada etapa completada, incluso si termina en explosión, representa un avance tecnológico.

El incidente también refuerza el debate sobre la efectividad del modelo de pruebas rápidas y reiteradas que caracteriza a SpaceX. Para sus críticos, estas fallas repetidas retrasan los objetivos globales de exploración; para sus defensores, son parte esencial de un proceso innovador y disruptivo en la industria aeroespacial.