El Papa León XIV bendice a los ciclistas del Giro de Italia
El Papa León XIV recibió a los ciclistas del Giro de Italia en la última etapa de la carrera y los bendijo. Destacó su ejemplo para la juventud y su vínculo con la paz
La última etapa del Giro de Italia incluyó una parada fuera de lo común. Este domingo, los ciclistas fueron recibidos en el Vaticano por el Papa León XIV. No fue solo un saludo. Fue un momento solemne, simbólico y espiritual en el corazón de la Iglesia católica.
Los corredores ingresaron a los jardines vaticanos a velocidad reducida. Cuatro de ellos, luciendo las camisetas que distinguen a los líderes de la competencia, estrecharon la mano del sumo pontífice. A su lado, cámaras y silencio. Un instante que combinó deporte, fe y cultura global.
El mensaje del Papa a los ciclistas
León XIV no solo los recibió. También les habló. En un breve pero emotivo discurso, resaltó su esfuerzo y disciplina. "Ustedes son modelos para los jóvenes del mundo", dijo con firmeza.
Destacó que el ciclismo no es solo una competencia física, sino una práctica que promueve valores: constancia, respeto, compañerismo. Afirmó que esta disciplina representa un vínculo especial con la naturaleza y puede ser un camino hacia la paz y la fraternidad entre pueblos.
Una bendición en la meta final
Antes de despedirse, el Papa bendijo a todos los corredores y también al público que sigue la competencia. Su gesto no fue solo religioso: fue un reconocimiento al deporte como canal de inspiración colectiva.
La parada en el Vaticano le dio un nuevo sentido al cierre del Giro. Más allá de las bicicletas y el cronómetro, se vivió un momento que unió lo físico con lo espiritual. Una escena difícil de olvidar, en un lugar donde la historia y la fe se cruzan con el esfuerzo humano.














