Nelson Mandela: un luchador incansable contra la discriminación racial

Un repaso por la historia del líder político y Premio Nobel de la Paz

Sudáfrica.

Sus compatriotas lo llamaban cariñosamente ‘Madiba’, el nombre de la tribu en Mvezo en la que nació, al sur de Sudáfrica, el 18 de julio de 1918. Sus padres lo llamaron Rolihlahla Mandela, pero al llegar a Qunu, en donde estudió la escuela primaria, adoptó el nombre de Nelson.


 


Durante toda su vida, Nelson Mandela soñó con ver a su pueblo libre y esperaba ser parte de esa lucha. Es por eso que tras comenzar sus estudios de Licenciatura en Artes en la Universidad de Fort Hare, fue expulsado por unirse a una protesta estudiantil. Tuvo que terminar su carrera en la Universidad de Sudáfrica, aunque volvió a su antigua escuela para su graduación en 1943.


 


Pese a las exigencias del Rey de su pueblo, Mandela se rehusó a volver para casarse y viajó a Johannesburgo para trabajar y estudiar una Licenciatura en Derecho en la Universidad de Witwatersrand, grado que no logró terminar hasta que estuvo preso en 1989, cuando obtuvo una Licenciatura en Derecho por la Universidad de Sudáfrica.


 


Fue un activista político muy involucrado. En 1944 se unió a la Asamblea Nacional Africana, colaborando en la creación de la Liga Juvenil de la Asamblea convirtiéndose en uno de los líderes del movimiento de lucha contra la opresión a los negros sudafricanos.


 


Por sus constantes protestas, Mandela encarcelado en diferentes oportunidades. No obstante, tras la matanza de Sharpeville de marzo de 1960, el país entra en Estado de Emegercia. Fue nuevamente detenido, pero tras ser absuelto, decidió pasar a la clandestinidad y salir de Sudáfrica con un nombre falso.


 


Viajó por varios países llevando su mensaje de lucha y recibiendo innumerables muestras de apoyo. Retornó a su país en 1962, siendo arrestado inmediatamente, sometido a juicio y sentenciado a 5 años. En un juicio en 1964 posterior fue condenado a cadena perpetua.


 


Su “discurso desde el muelle” en el juicio del 20 de abril de 1964, cuando se esperaba una sentencia a muerte, se volvió famoso: “He luchado en contra de la dominación blanca, y he luchado en contra de la dominación negra. He buscado el ideal de una sociedad democrática y libre en la que todas las personas vivan juntas en armonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal para el que espero vivir y lograr. Pero si es necesario, es un ideal por el cual estoy preparado para morir”.


 


Estuvo prisionero durante 27 años en penosas condiciones, contrayendo una grave infección pulmonar, la enfermedad que luego acabaría con su vida. El encierro no evitó que Nelson Mandela se convirtiera en un símbolo de la lucha contra el apartheid, como se le llamaba a la segregación racial.


 


Fue Frederik De Klerk, presidente por el Partido Nacional, quien ante las fuertes evidencias de discriminación, le otorgó la libertad en 1990. Mandela se volvió entonces en su principal vocero para negociar el proceso de democratización. Ambos compartieron el Premio Nobel de la Paz en 1993. Un año después, Nelson Mandela se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica. Prometió estar solo un periodo en el poder y cumplió, alejándose de la presidencia en 1999.


 


(Con información de nelsonmandela.org/)


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