Asesinato de congresista en EE.UU.: capturan a sospechoso
Vance Luther Boelter fue capturado por el asesinato de la congresista Hortman y su esposo. Tenía una lista con nuevos posibles objetivos
Melissa Hortman, congresista estadounidense, y su esposo Mark fueron asesinados a balazos en su casa en Minnesota. El atacante, vestido con un uniforme policial falso, ingresó al domicilio y disparó contra ambos. El crimen ha conmocionado al país, especialmente por la manera en que se llevó a cabo: directo, premeditado y con indicios de motivaciones políticas.
¿Quién es Vance Luther Boelter y cómo fue capturado?
Boelter fue identificado como el principal sospechoso y fue capturado sin violencia tras más de 40 horas de operativo policial. En el momento de su arresto, se encontraba dentro de su vehículo. La policía encontró un cuaderno con nombres de otras posibles víctimas, incluyendo clínicas de aborto y políticos del Partido Demócrata.
Las autoridades ofrecían una recompensa de 50 mil dólares por su captura. El despliegue fue amplio y coordinado, debido al temor de que siguiera ejecutando su plan.
¿Hubo más víctimas en los ataques?
Sí. En un segundo ataque, Boelter habría herido gravemente al senador John Hoffman y a su pareja. Ambos fueron trasladados a un hospital en estado crítico. Las autoridades aún investigan si estos hechos están conectados como parte de una misma ofensiva con motivaciones ideológicas.
¿Qué revelan sus acciones y pertenencias?
Además del cuaderno, Boelter habría enviado mensajes de despedida a personas de su entorno antes de cometer los ataques. Eso ha hecho pensar a los investigadores que actuaba con plena conciencia de lo que planeaba hacer, lo que refuerza la tesis de un crimen político premeditado.
El caso ha generado alarma entre legisladores y líderes de opinión, muchos de los cuales temen que este tipo de actos se repita si no se refuerza la seguridad para los funcionarios públicos.
¿Cómo reaccionaron las autoridades y qué sigue ahora?
Las investigaciones continúan bajo jurisdicción federal, ante la gravedad del caso y los posibles vínculos ideológicos. La captura de Boelter evitó que siguiera atacando, pero no ha disipado la preocupación generalizada.
En Estados Unidos, el debate sobre seguridad política y la violencia motivada por ideologías se ha reactivado con fuerza, en un contexto de polarización creciente.












