Lucero entró a la habitación de Cristóbal y enfureció a Diego
Lucero se presentó ante Diego como la enamorada de Cristóbal y entró corriendo a su habitación ante el rechazo del chef
Lucero enfureció a Diego tras presentarse como enamorada de Cristóbal
Tras saber con quién estaba saliendo Cristóbal, el chef llamó molesto a su hijo para reclamarle por su relación con Lucero y no se guardó nada al momento de descalificar a la enfermera.
“Una chica, blanca, transparente como un fantasma, viene a tocarme la puerta y dice que es tu enamorada. ¡Qué clase de complejo minimalista tienes! Por favor, tú eres un Montalbán, guapo, pudiente, ¿qué haces buscando en estas minucias?”, dijo Diego a su hijo.
Tras ello, Cristóbal le pidió a su papá que hiciera pasar a Lucero, pero Diego se rehusó a hacerlo. Sin embargo, la enfermera no dudó dos veces y entró corriendo a la habitación de su enamorado.
Diego fue tras ella y al darse cuenta que no podía con la insistencia de Lucero, la dejó que ordenara la habitación de Cristóbal para evitar más disgustos, luego de que la joven le pidiera tranquilidad porque era “su nuera”.

Alessia fue humillada cruelmente por Cristóbal
Al enterarse de lo que estaba haciendo su hermano, Alessia buscó a Cristóbal para reclamarle por enamorar a Lucero solo para incomodar a Jul sin importar que puede herir los sentimientos de su nueva pareja.
"¿Por qué eres tan patán? Si te comportaras como un hombre decente no tendría que hacerlo (meterme en tu vida) Me preocupó por ti, idiota. No solo acosas a July, sino que no te interesa en herir a una inocente con tal de salirte con la tuya", dijo la chef.
Sin embargo, Alessia no esperaba que Cristóbal la trataría de la manera más cruel, pidiéndole que se alejara de él y que hiciera como si él estuviera muerto, ya que por su parte haría lo mismo con ella.
“Tú te conformas con lo que tienes, con tu enamoradito misio y arrimado, con tu restaurancito. Tu estrellita Chivilín, que te hago acordar, Alessia, la única razón por la que tienes una estrella Chivilín es porque trabajabas en un restaurante ficho”, dijo sin miedo al llanto de Ale.
Y agregó: “No vengas a decirme lo que tengo que hacer ni cómo me tengo que comportar. ¿Te da asco mi vida? Perfecto. Aléjate de mí, no me hables, no me mires y no escuches nada que tenga conmigo.















