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29.06.2020

Cuellos blancos: Extrabajadores del María Angola denuncian a Salvador Ricci por fondos de AFP

Foto: Cuarto Poder

Sesenta trabajadores del emporio de Ricci iniciaron por internet los trámites para obtener el 25 % de la AFP pero descubrieron que sus fondos no existían

Los Cuellos blancos del puerto no eran una organización exclusiva de magistrados y abogados. Tenían también nexos empresariales, y dos de los casos más notorios son el empresario Mario Mendoza, a quien los letrados buscaban por necesidad o por interés, y Salvador Ricci Cortez, el mandamás del Hotel María Angola y del Centro de Convenciones del mismo nombre, allí donde los amigos llegaban para reunirse, festejar y distenderse. 

La Fiscalía investiga a Ricci por las buenas comidas que ofrecía a sus amigos jueces en sus restaurantes, a cambio, según se imputa, de la permanencia de un mecanismo judicial impuesto por la Corte de Justicia del Callao que le ha permitido manejar por dieciséis años el negocio hotelero y de espectáculos. 

Se sabe que sus vínculos con Walter Ríos y César Hinostroza; se conoce que en el hotel celebraba su cumpleaños, por ejemplo, el ex presidente del CNM, Guido Águila, otro de los investigados por el caso, y no es ningún secreto su amistad con el presidente del Poder Judicial, José Luis Lecaros Cornejo. 

A toda vista, Ricci no parecía escatimar gastos cuando tenía que agasajar a los habitúes de sus dominios, sus amigos magistrados. Pero, mientras abría la billetera para unos, por otros el caño se cerraba, los trabajadores de su hotel. 

Trabajador: Escúcheme. Mira, por favor, al menos denos 200 por cabeza para llevar…
Salvador Ricci: ¡No hay plata, hijito! ¿Crees que tengo la plata acá? Se ha perdido plata, Chicho. 

Quien dice “no hay plata, hijito” desde el intercomunicador de su casa, es Salvador Ricci Cortez. Hasta allá llegó la semana pasada un grupo de veinte trabajadores del hotel y del centro de convenciones para reclamarle por sus AFP no depositadas por años. 

Luego del anuncio del gobierno para que los trabajadores de planilla puedan retirar el 25% de sus fondos de AFP, sesenta trabajadores del emporio de Ricci iniciaron por internet los trámites para obtener ese dinero. Con horror, descubrieron que sus fondos no existían. En el hotel, nadie, ni siquiera la administradora judicial, en teoría, la máxima autoridad del negocio, les daba explicaciones suficientes. Así que marcharon hacia la casa de Salvador Ricci a exigir sus AFP impagas. 

Trabajador: ¿Ya sabe cuánto le va a pagar a pagar a todo su personal? 
Salvador Ricci: Sí, se les va a pagar las AFP que se les debe a toditos. 
Trabajador: Es la culpa de la mala administración. 
Ricci: Sí, pues, échale la culpa, a quién, a Blanca. 
Trabajador: ¡No, no, no! ¡La administración es de usted! ¡Usted era el que manejaba la plata!
Ricci: ¿Yo manejaba la plata? Eso es lo que tú crees. 

Tres de los trabajadores que protestaron frente al domicilio del empresario Ricci aceptaron hablar con Cuarto Poder el fin de semana. Uno no encontró ni rastros de su AFP, otro reclama incluso compensación por tiempo de servicios, y una exempleada, denuncia que, pese a los descuentos, tampoco tiene registrados sus pagos en la ONP

Salvador Ricci, empresario investigado por caso Cuellos blancos del puerto: “Yo nunca en mi vida he visto una planilla como para saber si les descontaban o no les descontaban. Eso lo hacía Recursos Humanos (…) En el caso que no les han pagado completo, tiene que ponerse al día la cosa, pues, ¿no? Así de simple, o sea, arreglar el tema. Por eso se está pidiendo el préstamo de Reactiva Perú, estamos en la lista de dos bancos y dos financieras, y puede salir”. 

Marina Rivera Ortega, extrabajadora del Centro de Convenciones María Angola señaló: “A él yo lo conozco hace 45 años, trabajé fiel a él porque yo, a pesar de tantos años, le tengo un cariño tremendo al señor Salvador (…) Un poquito de consideración con mi persona porque me ha abandonado en la intemperie, sin nada. He ganado durante 18 años sueldo mínimo”. 

Por su parte, Marco Antonio Vertiz Celis, extrabajador de Seguridad y Eventos del Hotel María Angola dijo: “A esto me quería referir y mirando la cámara. Salvador Ricci Cortez, Jacky Beltrán Villar, Víctor Rivadeneyra Monge, más de dieciocho años, ustedes tres, delincuentes, no nos han depositado la AFP ni la ONP (…) Estamos súper indignados con ustedes porque nosotros les dimos la confianza, les dimos nuestro trabajo y les dimos nuestro tiempo”.

Humberto Gavino Baca Valdivia, exjefe del Centro de Convenciones María Angola apuntó: “Simplemente el señor Salvador Ricci no hizo la aportación, no dio el dinero, no soltaron la plata. Sí, hemos pedido explicaciones. La señora Jackeline Beltrán dice que es el señor Salvador el que hizo la entrega del dinero”.

Por eso, marcharon por respuestas a su vivienda. Por la misma razón, buscamos entrevistarnos con él desde el jueves. Su promesa inmediata es pagarles lo adeudado, sólo espera la aprobación del crédito que ha solicitado a través del programa Reactiva Perú. 
La historia del Hotel María Angola y del Centro de Convenciones está inevitablemente atada al destino legal de Salvador Ricci. 

En 1999, el empresario fue acusado de lavar dinero para los capos Boris Foguel y Bruno Chiappe, de la organización Los Camellos, señalados como cómplices de Vladimiro Montesinos. Por dos frentes, su negocio se iba al hoyo: por un lado, el juzgado del Callao del caso Los Camellos incautó su hotel y lo puso bajo control de una Administración Judicial; y por otro, su principal acreedor, el Banco Latino, pedía su insolvencia por deudas atrasadas, por lo que se constituyó una junta de acreedores del hotel. 

En el 2004 fue declarado inocente por la Corte Suprema, con los votos de César Martín y el actual presidente del Poder Judicial, José Luis Lecaros, entre otros. Ya absuelto, la Administración Judicial debían terminar y el hotel y centro de convenciones ser devueltos a Ricci para que éste, a su vez, los ponga a disposición de los acreedores. El principal acreedor, tras la desaparición del Banco Latino, pasó a ser Fonafe, la corporación de empresas del Estado peruano. 

Pero han pasado 16 años desde la absolución y la administración judicial aún se mantiene. Los empleados señalan que el único favorecido con ese status quo es Ricci, pues gracias al mismo sigue controlando el negocio a través de la administradora judicial, mantenida allí, señalan, gracias al apoyo de los Cuellos Blancos de la corte chalaca. 

La administradora judicial nombrada por la Corte del Callao, a la que los trabajadores reclamaron por la falta de pago y de aportaciones, se llama Jackeline Beltrán. Es la que aparece en este video al lado de Salvador Ricci. ¿Quién manda en realidad en el hotel? ¿Ricci o la administradora judicial?

Al hotel y al centro de convenciones ingresa dinero por el alquiler de sus ambientes y por la realización de eventos contratados por empresas privadas y por el Estado. El dinero va a una cuenta de la empresa Boomerang BET SAC, de propiedad de uno de los hijos de Ricci. 
El empresario explica que procede de esa forma porque la razón social del hotel no tiene cuenta bancaria, y que de Boomerang BET SAC se encarga luego de hacer los pagos de servicios, de combustible y de sueldos. Dice que la plata no alcanza, pero promete pagar pronto lo adeudado. 

Los trabajadores se preguntan por el destino de los fondos que han ingresado a las empresas, y también cuánto tiempo más se va a durar la administración judicial sobre el hotel, ese mecanismo que la Corte de Justicia del Callao debió haber levantado hace dieciséis años, pero que se mantuvo, según sospechan, por obra de algunos habitués de sus restaurantes, del hotel y de los shows. Por obra de los Cuellos blancos del puerto.

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