Viviendo bajo riesgo en el Centro Histórico
El incendio más grande de las últimas cuatro décadas ha inflamado también los temores de quienes habitan en la zona monumental de Lima
Aves de rapiña se posan en los cadáveres arquitectónicos de Barrios Altos, sobre aquellas quintas y casonas históricas en donde aún se respira ceniza y, en cuyos interiores, la informalidad y el olvido se instalaron como una letal enfermedad.
Son huéspedes generacionales, algunos inquilinos de paso -moradores en esa quincha y adobe que les cae a pedazos- en el Centro Histórico de la capital, hoy amenazada inevitablemente por los temblores y propensa a la destrucción ante la más mínima flama.
El incendio más grande de las últimas cuatro décadas ha inflamado también los temores de quienes habitan en la zona monumental de Lima.
La vista a las iglesias y los balcones de los coloridos solares están nubladas por el denso humo que incluso desciende por toda la atmosfera. El olor a quemado, sin embargo, no es lo único que inquieta.
Barrios Altos, que alguna vez fue una de las zonas más exclusivas de la capital, muestra señales de ruina, pese a su valor histórico. En algunos casos, por la cantidad de familias, los callejones ya no son de uno, sino de dos caños, blindados y con candado, para dosificar hasta la última gota en caso se active otra bomba de tiempo.