Tren de Aragua: Policías rescataron a mujer de red de trata de personas

Agentes de la PNP intervinieron un departamento en Pueblo Libre donde encontraron un presunto centro de explotación sexual dirigida por la facción criminal Los Hijos de Dios

Foto y video: América Noticias

Nuevamente, Los Hijos de Dios, facción del Tren de Aragua, trata de ramificarse en nuestra capital. Esta vez, alquilando departamentos en zonas residenciales en pueblo libre. Para que sirva como casa de acogida para decenas de mujeres que son obligadas a prostituirse en diferentes distritos y que solo esperan ser rescatadas.

En Pueblo Libre, las viviendas colindan sin ninguna preocupación más que la de mantener sus parques y que todo se maneje en armonía. Hasta que en la cuadra tres de la calle Barranquilla fue puesta a prueba mientras la policía escalaba por saber la verdad en un edificio donde tenían la clara certeza de que era una casa de acogida de mujeres provenientes de Venezuela obligadas a prostituirse.

Su nombre no puede revelarse, pero camina entre los detectives que la sacaron de la inmundicia que a la que fue obligada a vivir. Para llegar a las oficinas de trata de personas de la policía, donde una nueva vida la espera.

Hasta que el propietario, un ciudadano peruano, llego para abrirles camino. No había rastros de ninguna persona. Pero si las huellas de todo lo que tocaron. Olores insoportables que despertaban la sospecha que tenían horas de haberse marchado.

No les dio tiempo ni de comer todo abandonado, tuvieron que huir con lo que llevaban puesto. Zapatillas de las más exclusivas marcas, encadenadas siempre al despojo de su dignidad. Cajón por cajón en búsqueda de todo lo que los lleve a dar con la red de prostitución proveniente de Venezuela.

El tren más temido en nuestro país ha diseñado dos modalidades que calzan con sus intereses criminales. La primera y nefasta estrategia se le conoce como ruleteo. Los vecinos, preocupados por esa situación ajena a su estilo de vivir, intentaron hablar con el propietario más de una vez sin ningún éxito.

La segunda modalidad que utilizan los miembros de la mafia llanera es a través de las páginas de internet. Donde moldean a sus víctimas como carnada para futuros clientes. Les consiguen hasta pelucas contal de elevar el éxtasis de las personas que están atrás de una pantalla.

Todo coincide, todo sale a luz en medio de tanto dolor y amenazas. La facción de los hijos de dios se ramifica en nuestro país por el control de sus plazas. Nadie se merece tener tanto poder como ellos.

Según la policía, se sabe que solo en las zonas del Cercado de Lima, Breña, Lince y San juan de Miraflores. Alrededor de 50 mujeres son sometidas a trabajos forzosos en horas interminables. Les controlan el tiempo para comer y dormir, muchas de ellas son sumergidas en drogas para aguantar el calvario de pisar nuestras principales avenidas del placer malicioso.

Les cortan mechones de cabello para dar el ejemplo, esa es su más acérrima herramienta. La violencia desmedida junto con la promesa despreciable de matar a sus familias que aterradas desde Venezuela o Colombia nada pueden hacer.

Mientras las prendas más diminutas, las más sugerentes estaban listas para ser usadas en sus redes sociales. Con los ventiladores que abren paso al viento que tratara de llevarse cada colilla de cigarro de sus pisos.

De nada servirá que se implanten normas legales sobre las condiciones de alquiler de inmuebles a extranjeros. Si no se hace eco de una necesidad por acudir al grito de ayuda en la trata de personas. El silencio es el mayor cómplice, la denuncia siempre será la mejor decisión. Porque con uñas o sin ellas nada les devolverá una inocencia perdida.

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