Sobrinos en fuga

Cuarto Poder ha accedido, en exclusiva, a dos declaraciones de Karelim López. ¿Cuáles son los argumentos de la fiscal Karla Zecenarro para pedir la detención de los sobrinos del presidente y 9 personas más?

(Video: Cuarto Poder)

Este video fue publicado el 12 de marzo pasado. En un ambiente festivo, este grupo de hombres hacen música tradicional cajamarquina.

Han tomado prestados los instrumentos de la banda “Los Cariñosos del Bicentenario” de Tacabamba, Chota. Tocando el bombo está alegre y despreocupado Fray Vásquez Castillo el ya famoso sobrino presidencial. Nada le hacía pensar que dos semanas después sería un prófugo de la justicia.  

La fiscal Karla Zecenarro acusa al sobrino del mandatario de dos delitos: tráfico de influencias y de ser miembro de una organización criminal, debido a las investigaciones que viene realizando, desde diciembre del año pasado, al proceso de adjudicación de la millonaria obra: Puente Vehicular Tarata, que debía construirse en la región San Martín.

Zecenarro, a cargo de la quinta fiscalía anticorrupción, pidió la detención de Fray Vásquez Castillo y otras 10 personas, algunas del círculo más íntimo del Presidente, como su otro sobrino Gian Marco Castillo Gómez que también pasó a la clandestinidad. Gian marco de 23 años, no estaba en la celebración del último 12 marzo. Quien sí estaba y tocando alegre la flauta era su primo, Jaime Vásquez Castillo, el hermano mayor de Fray, que era parte de la improvisada banda. Según él, esa fue una de las últimas veces que vio a su hermano.

Al día siguiente de publicado el video de la fiesta, Cuarto Poder revelaba que Fray Vásquez Castillo era uno de los sobrinos del mandatario que usaba este departamento en Magdalena. La fiesta se acabó y empezaban los días difíciles.

Los primos Fray y Gian Marco tenían pendiente una audiencia donde la fiscal Karla Zecenarro solicitaba el impedimento de salida del país de ambos, por el caso Puente Tarata.  

El jueves 17 de marzo Fray Vásquez Castillo graba esta llamada que realiza a uno de los fiscales adjuntos. Cuarto Poder accedió a dicho audio en el que el sobrino del presidente se queja porque, según él, no le llegó a su casa la notificación para que se acerque a declarar a la fiscalía. Esta es la voz de Fray Vásquez Castillo a pocos días de pasar a la clandestinidad.

Una semana después fue la última vez que el abogado Luis Vivanco vio a sus defendidos. Fue el jueves 24 de marzo, cuatro días antes del pedido de detención. Paradójicamente, en esa reunión, habían acordado que aceptarían el pedido de impedimento de salida del país para demostrar su compromiso con la justicia.

Pero hay más datos que la policía pudo conseguir. Hasta la semana pasada, luego de que la fiscalía pidiera la videovigilancia de los involucrados, la policía sólo había ubicado a dos personas de las 11 que debían vigilar.

Mientras la policía no podía concretar la videovigilancia previa a la detención, Fray Vásquez Castillo llegó el último viernes 24 de marzo por la noche a la casa de su hermana Vilma, en la urbanización 200 millas en el Callao. Según cuenta un familiar, durmió aquí y se fue el sábado 25 de marzo por la mañana. Desde entonces, según su familia, nadie lo ha visto.

El lunes 28 de marzo se puso en marcha el operativo. Cuando la fiscalía intervino las 14 casas para detener a las 11 personas que la fiscalía solicitaba, solo ubicaron a tres. Una de ellas fue el empresario Zamir Villaverde, el propietario de las modernas camionetas con las que Fray Vásquez Castillo llegaba al pasaje Sarratea de Breña, centro de reuniones no oficiales de su tío, el presidente Pedro Castillo.

Otras tres personas vinculadas a la empresa que ganó la licitación del Puente Tarata se entregaron a la justicia el 29 de marzo y el último jueves 31 de marzo un exfuncionario del ministerio de transportes fue detenido en Cusco. Aún faltan detener a cuatro personas: Una es Edgar Vargas Mas, miembro titular de la Comisión de la Licitación Pública de la obra Puente Tarata, los tres restantes y más importantes son los dos sobrinos del Presidente y el exsecretario de la presidencia, Bruno Pacheco.

Una de las últimas personas que ha visto a Pacheco es su abogada Giuliana Quiñones. A pesar de que la justicia ofrece 30 000 soles de recompensa por cualquier información que ayude a la captura de su defendido, la abogada prefiere no usar el término clandestino.

Ella se queja no solo por lo que considera arbitrario, sino también porque asegura que su casa era parte de las 14 viviendas que debían allanarse, sin embargo por error de la policía se allanó una vivienda equivocada.

¿Pero cuáles son los argumentos de la fiscal Karla Zecenarro para pedir la detención de los sobrinos del presidente y 9 personas más? Una son los hechos que el propio despacho viene corroborando y el otro la declaración de otra investigada en este caso, la mujer que estuvo muy cerca del poder. Hablamos, por supuesto, de Karelim López Arredondo.

Cuarto Poder ha accedido, en exclusiva, a dos declaraciones de Karelim López. Ella asegura ante la fiscalía anticorrupción que la injerencia de los sobrinos también llegaba hasta las adjudicaciones de obras en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, donde se habría otorgado irregularmente la obra del Puente Tarata. En su narración, Karelim López también vincula al exministro de Transporte Juan Silva. Según ella, Silva era parte de la cadena de coordinaciones de los sobrinos presidenciales.  

En su declaración, Karelim López menciona a otro investigado en el caso Puente Tarata. Este investigado sí fue detenido esta semana, nos referimos a Zamir Villaverde García. El empresario, según López, daba camionetas de lujo con las que los sobrinos llegaban a Palacio de Gobierno. Este dato ha sido corroborado por la fiscalía, gracias a los registros vehiculares de Palacio donde identificaron a dos camionetas propiedad de Mazavig la empresa de Zamir Vilaverde. Este dato es parte del pedido de detención preliminar.

Pero según la propia López, esas gollerías y lujos no acabaron. Ella dio una de sus declaraciones el 17 de marzo. Cuatro días después de que Cuarto Poder diera a conocer que los sobrinísimos usaban el departamento de Magdalena. Sobre ello, Karelim López dice lo siguiente, refiriéndose a Zamir Villaverde.

Según Karelim López la llegada de Villaverde le cambió la vida a los sobrinos. No solo fueron camionetas modernas y departamentos en nuevos barrios, también citas privadas en lujosos y cómodos saunas.

Para los abogados de los prófugos de la justicia nada de lo dicho por Karelim López tiene valor si no se puede probar.

Para el hermano mayor de Fray Vasquez Castillo es difícil creer que su hermano haya sucumbido a las frivolidades que los interesados en estar cerca al poder le habrían dado.

La situación familiar de los Vásquez Castillo no parece ser la mejor. El pequeño restaurante donde parte de la familia se dedica a vender chifa y caldo de gallina está abandonado desde hace muchos días y es que la hermana encargada de ese local, Vilma Vásquez Castillo, se encuentra mal de salud en medio de la complicada situación legal de su hermano.

Quien también guarda un silencio menos fortuito es otra hermana: Luzmila Vásquez Castillo. Su local de venta de chifa sí está abierto pero ella ha dejado encargado a sus trabajadores para evitar el contacto con la prensa.

Más allá de los problemas familiares. Lo concreto es que la justicia está ofreciendo 15 000 soles de recompensa por Fray Vásquez Castillo y el mismo monto por su primo Gian Marco Castillo Gómez. Mientras la búsqueda de la policía continúa, la única voz, más política, de la familia es la del hermano mayor, Jaime.

Si los sobrinos del presidente no temen, ni le deben nada a nadie, ¿por qué huyen de la justicia? No se trata sólo de verlos tocar, sino también, y sobre todo, cantar.

 

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